27 de marzo de 2020

Teatro

Nos empeñamos en afirmar que nuestra vida es un teatro. ¡Qué tontería! Si fuera así, no estaríamos ahora encerrados en casa con lejía y miedo. Mil veces habríamos ensayado un mes de marzo muy diferente a este, y el de abril ya lo tendríamos preparado con aguas y flores, y acudiríamos en bañador a los ensayos del verano. 
Tampoco el teatro es como la vida. A decir verdad, no le llega ni a las rodillas. Un beso bien dado en una función es apenas un elegante transmisor de gérmenes. 
A pesar de todo, no entiendo la vida sin teatro porque, siendo un pobre hombre, me viste de rufián, de héroe, de cadáver o de pájaro. Me viste de vida.
Don Ramón María del Valle-Inclán con motivo del Día Internacional del Teatro
(me pide que firme así el insigne profesor Germán Jiménez. Y yo, blandita por la efeméride y los tiempos, le hago caso. Por una vez y sin que sirva de precedente...)

1 comentario:

  1. Hablando dd Valle, un grandérrimo, aquí mi aportación a mi primera clase virtual para hablar del esperpento, un término que llegó para quedarse y asentarse:

    https://youtu.be/GYEhIpPzDUc

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