Escribir correctamente, desde el punto de vista ortográfico, se ha convertido en un tema recurrente en la prensa diaria. Se alude a los errores ortográficos como síntomas de una incorrección gramatical que trasciende lo meramente académico y nos hace "quedar mal"; se trata, pues, de una cuestión de imagen , más que de coherencia gramatical o de estilo. Al fin y al cabo, los cambios ortográficos se deben muchas veces a revisiones periódicas de la Real Academia, que, en la mayoría de las ocasiones, llegan tarde y mal a unos hablantes que llevan toda su vida utilizando las reglas que aprendieron en el colegio o que han visto escritas de esa manera toda su vida.
En elconfidencial.com podemos leer el siguiente artículo:
No hay nada que conduzca a tantas confusiones como la acentuación gráfica
de algunas palabras del idioma español. A pesar de que solemos conocer
las reglas generales (las esdrújulas se tildan siempre, las palabras
llanas también si no acaban en –n, -s o vocal, por ejemplo), algunos
excepciones y diversos neologismos, así como revisiones gramaticales,
pueden conducirnos a equivocación.
Como se señala en Las 500 dudas más frecuentes del español (Espasa) del Instituto Cervantes, en español la mayor parte de palabras no necesitan tildes puesto que “se ajustan a la terminación prototípica correspondiente con su acentuación”.
Es en aquellos casos en los que la terminación no coincide con la
prototípica donde se suele utilizar la tilde, y por esa misma razón, los
monosílabos no llevan tilde, salvo en los casos en que es necesaria una
tilde diacrítica para evitar confusiones de significado.
Con el objetivo de resolver las dudas que suelen surgir a la hora de aplicar estas reglas, los autores del volumen, Florentino Paredes García, Salvador Álvaro García y Luna Paredes Zurdo
realizan una serie de recomendaciones que aquí recogemos someramente
sobre las palabras que solemos tildar, en muchos, casos,
incorrectamente. Y, antes de empezar recuerden: no hay que confundir el acento prosódico con el ortográfico (la tilde), por mucho que en el lenguaje común suela utilizar “acento” y “tilde” como equivalentes.