Basada en la obra literaria del mismo titulo de la escritora
Virginia Woolf (1882-1941), esta película fue dirigida por Sally Potter (1949)
, directora, guionista y actriz británica. Es el segundo largometraje que
realiza dentro de los nueve que tiene en la actualidad, amén de varios cortos y
experimentales a lo largo de su carrera.
Orlando fue nominada a los Premios de la
Academia a mejor dirección de arte y diseño de vestuario y a mejor película
extranjera en 1994 en los Premios Independent Spirit .
Trata sobre la inmortalidad y la androginia. Su actriz
protagonista (Tilda Swinton ) tiene ese aspecto físico y a lo largo de la
película va transformándose de hombre a mujer, llegando incluso a tener
relaciones sexuales con un hombre, de cuya unión nace una hija.
La acción se desarrolla a lo largo de 400 años,dividiéndose
la película en distintas partes a lo largo de los años. Para hacer las elipsis lógicas, la directora
siempre muestra al personaje andando, o bien por un laberinto en un jardín, o
por la nieve, o en el campo de batalla. Al desarrollarse en distintas épocas
y escenarios el tratamiento visual es
diferente. Tenemos planos generales en el exterior, primeros planos en el
interior e incluso una mirada a cámara del protagonista. A destacar una escena
intima donde ella aparece acostada de lado: la cámara hace un traveling lateral
derecho recorriendo todo el borde del cuerpo con tanta proximidad que parece un
paisaje nevado y solo al llegar al escote se visualiza un ligero vello. También
hay movimientos de cámara muy sutiles en
panorámica semicircular cuando hay varios personajes hablando en reunión.
Tiene una dirección artística de mucha calidad, recreando
fielmente los distintos ambientes, apoyado por un precioso vestuario,
maquillaje, peluquería y decorados según la época correspondiente.
Toda la película es de una belleza espectacular. A mí me
gustó mucho el fragmento en que al protagonista lo hacen embajador británico de
Turquía , viajando hasta Constantinopla. Estas escenas están rodadas en
Uzbekistan; en la ciudad de Jiva recrearon el siglo XVII y los palacios
fueron engalanados con ricos muebles y cortinajes; las calles con las mujeres
con el burka y los hombres con sus túnicas y turbantes. Hay una panorámica de
la muralla y varias escenas dentro de la ciudad que reflejaban fielmente la
vida de esta ciudad en esa época. Ahí es donde se produce el hecho
extraordinario de su cambio de hombre a mujer.
Yo he estado en ese país , en esa ciudad e incluso en el
palacio de las columnas de madera y lo identifiqué de inmediato.
Recomiendo esta película totalmente.
Reseña realizada por Loly Rodríguez Silva, colaboradora de nuestro blog
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