Lula Carson Smith, conocida como Carson McCullers (1917-1967), fue una escritora
estadounidense que exploró el aislamiento espiritual de
los inadaptados y marginados del Sur de los Estados Unidos de América. Sus
principales fuentes de inspiración fueron su infancia en el sur de Estados
Unidos y su atracción hacia los seres solitarios, inadaptados y proscritos. La
maestría con que McCullers aborda estos temas hizo crecer su fama de persona
sensible y compasiva. La frontera entre lo real cotidiano y lo maravilloso es
fluida en los relatos de McCullers, y en ninguno se percibe mejor que en
la más perfecta de sus obras, La balada del café triste. En un pueblo
perdido y olvidado del resto del mundo, Miss Amelia (grande, huesuda, hombruna)
vive amargada y solitaria tras el fracaso de su matrimonio con Marvin Macy. Un
día de abril llega al pueblo el primo Lymon, un enano jorobado, un personaje de
cuento de hadas («parecía el hijo del duende del pantano») del que Miss Amelia
se enamora perdidamente, y que domina con su alegría la vida del café en
que se convierte la tienda de Amelia. He aquí un célebre fragmento de su obra
en el que describe el amor:
En primer lugar, el amor
es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia
común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes
afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de
regiones distintas. Con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo
para el amor acumulado durante años en el corazón del amante. No hay amante que
no se dé cuenta de esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su
amor es un amor solitario. Conoce entonces una soledad nueva y extraña, y este
conocimiento le hace sufrir. No le queda más que una salida, alojar su amor en
su corazón del mejor modo posible; tiene que crearse un nuevo mundo interior,
un mundo intenso, extraño y suficiente. Permítasenos añadir que este amante del
que estamos hablando no ha de ser necesariamente un joven que ahorra para un
anillo de boda; puede ser un hombre, una mujer, un niño, cualquier criatura
humana sobre la tierra. Y el amado puede presentarse bajo cualquier forma. Las
personas más inesperadas pueden ser un estímulo para el amor. Se da por ejemplo
el caso de un hombre que es ya abuelo que chochea, pero sigue enamorado de una
muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw, hace veinte
años. Un predicador puede estar enamorado de una perdida. El amado podrá ser un
traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el
mundo, pero su amor no se altera lo más mínimo por eso. La persona más mediocre
puede ser objeto de un amor arrebatado, extravagante y bello como los lirios
venenosos de las ciénagas. Un hombre bueno puede despertar una pasión violenta
y baja, y en algún corazón puede nacer un cariño tierno y sencillo hacia un
loco furioso. Es sólo el amante quien determina la valía y la cualidad de todo
amor.
Por esta razón, la mayoría
preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes. Y la
verdad es que, en el fondo, el convertirse en amados resulta algo intolerable
para muchos. El amado teme y odia al amante, y con razón: pues el amante está
siempre queriendo desnudar a su amado. El amante fuerza la relación con el
amado, aunque esta experiencia no le cause más que dolor.
Carson McCullers La balada del café triste
Sin palabras. Qué belleza y qué miedo.
ResponderEliminarEl texto de esta obra solamente dice la pura verdad, a mi me han llegado sus palabras. ¡ME ENCANTA!
ResponderEliminarMaría Del Rocío Tejera Rosa. 2ºC.
ResponderEliminarPodría decir que este texto "me encanta", pero sin embargo el tema en si del amor, me parece una cursilada. Aunque el texto diga la verdad, el amor puede ser algo subjetivo, y no todos pensamos igual.
Rocío Castilla Estévez
ResponderEliminarEste texto tiene toda la razón, sobre todo al final. Me ha parecido muy interesante.
Bueno, la verdad es que el texto tiene una parte de razón y otra parte es cursi por el tema ese del amor pero razón tiene.
ResponderEliminarValle Lora González 2ºC
ResponderEliminarEl texto tiene gran parte de verdad pero sin embargo, pienso que es mas fácil ser amado que ser amante. El amante puede sufrir mucho si no es correspondido y al fin y al cabo no creo que sea tan malo el ser amado.
Jesús Vargas Zambrana 2ºC
ResponderEliminarEste texto tiene razón en casi todo, menos en la parte en que dice que todos preferimos ser amantes, y no es siempre así. Tú puedes amar a una persona, pero que ésta te ame a ti, no es malo, sino todo lo contrario. Un amor correspondido siempre es mejor que un amor solitario.
Este texto tiene razón, sin embargo, pienso que ser amado es más fácil que ser amante, ya que el amante tiene que hacerse a la idea de las cosas que pueda decirle el amado, por eso tu puedes amar a una persona, pero que la otra te ame es más complicado, ya que el amante es el que sufre más sino es correspondido y al fin no creo que sea tan malo
ResponderEliminarser amado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn mi opinión, creo que este tema no se debe generalizar ya que depende de cada amor, de cada persona. Hay personas que son felices amando mientras que otras necesitan ser amados al mismo tiempo que ellas aman ... No se puede negar que el texto no lleve razón, a todo el mundo le gusta amar, aunque no les sea correspondido, pero ¿a todo el mundo le gusta que le amen? ¿Y si esa persona no es de tu agrado? También pienso que no siempre tiene que haber un amante y un amado, puede haber dos amantes, en cuyo caso son amados al mismo tiempo. Simplemente son formas de verlo.
ResponderEliminarMe parece muy interesante como esta escritora muestra con esas palabras el significado del amor. Erika Dominguez Martín 2ºC
ResponderEliminarEl texto tiene parte de razón, sin embargo gusta más el ser amado que ser amante. El texto me parece interesante.
ResponderEliminarEste texto es bastante interesante, y tiene parte de razón, yo creo que siendo amante se sufre mas que siendo amado y más si no es correspondido, y el ser amado pienso que siempre se puede sentir agobiado, aunque siempre será mejor que amar sin ser correspondido.
ResponderEliminarMe parece muy interesante como expresa la palabra amor en muchos renglones, es muy interesante. Urbano Polo Parejo 2ºC
ResponderEliminarAngel Kaifer Guzman 2ºC
ResponderEliminarMe parece que tiene razon es importante ser amado pero tambien amar
Rosa Márquez Baena 2ºD
ResponderEliminarMe parece que tiene toda la razón del mundo. Pero pienso que no todos preferimos amas al ser amado, porque cuando el amor no es correspondido se pasa peor que cuando eres amado y tu no sientes nada por la otra persona.
Andrea Melendo Romero 2ºC:
ResponderEliminarPienso que el texto tiene mucha razón. La mayoría de las personas preferimos ser amados que amantes, por miedo a no ser correspondidos y a sufrir. Aunque hay gente a la que le gusta ser amante.