Confinamiento Espacial
Ulises Herrera, ingresado en el Hospital Psiquiátrico María de las Mercedes Carmelita, en Guatemala, es un chalado. Un loco de manual, de toda la vida. No ha salido de su habitáculo, al que llama cariñosamente “Confinamiento Espacial”, desde que fue internado hace ya 55 años. Uno puedo pensar que Ulises es un loco del tipo ermitaño, y nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que Herrera es muy sociable… siempre que tiene oportunidad, claro. Por ejemplo, cuando las enfermeras le traen la comida. Lo único es que, a pesar de ser muy simpático, sus conversaciones no llevan a ninguna parte, pero este no es el mayor impedimento. El mayor impedimento es su traje de Astronauta. Ulises no se lo quita nunca. No estoy exagerando, NUNCA. Incluso se ducha con él puesto. Esto es porque él cree que el aire que respiramos los demás en la tierra es tóxico, pues todos los que lo respiran acaban muriendo.Puede parecer que no tiene ningún sentido. Y no lo tiene. Lo que sí tiene es un motivo. Ulises fue un cosmonauta durante la guerra fría (su madre era rusa, y, no os lo he dicho, pero su segundo apellido es Rachmaninov. Sí, sí, como el pianista). Pues bien, él formó parte de una operación en la que, debido a fallos técnicos achacados a una construcción defectuosa, dos de los tres de a bordo murieron. Ulises, capitán de la misión, consiguió ejecutar su escotilla de evacuación y salió de la nave a tiempo. La radio no funcionaba y el capitán Rachmaninov tuvo que realizar un aterrizaje forzoso atravesando la estratosfera metido en una cápsula. Despertó en tierra, bueno, en un charco de lluvia bastante grande. Llevaba puesto su traje espacial y la cápsula yacía a su lado, hecha escombros retorcidos. Más tarde descubriría que ese lugar era Guatemala, y el resto es historia.
Hoy, Ulises cumple 99 años. Él achaca su longevidad al “descubrimiento” de que el aire es tóxico, aunque su traje de cosmonauta tenga una abertura bastante grande en un costado. Pero lo cierto es que a sus 99 años, Ulises sigue haciendo los estiramientos y el calentamiento para cosmonautas que le enseñaron en la academia, cada mañana, en su “Confinamiento Espacial”.
Ulises Herrera Rial 4ºB
Borja Ruiz estaba loco. Su obsesión trataba de comprar servilletas con estampados de superhéroes de muchos colores y formas. El pensaba que si se limpiaba con esas servilletas adquiriría el poder de ese superhéroe.
ResponderEliminarSi alguna vez no tenía, el pensaba que se iba a morir por no poder usar sus poderes.
Su locura terminó un buen día que decidió adoptar el poder de superman con una servilleta que tenía el símbolo de este héroe tirándose por una ventana. Quizás voló.. pero lamentablemente aquella locura le hizo morir en el acto.
Erika Gazquet estaba loca. Su locura consistía en que cada mañana, temprano, iba a comprar miel. Cientos y cientos botes de miel. Al llegar a casa, se la untaba por todo el pelo y cuerpo.
ResponderEliminarVarias veces, cuándo no quedaban más botes se enfadaba, gritaba y empezaba a correr en circulos pidiendo ayuda. Ella pensaba que si se untaba la miel nunca le faltaría alimento y siempre olería bien. Pero su verdadera obsesión por la miel venía a que así siempre se sentía acompañada ya que las abejas no se despegaban de ella y siempre la seguían.
Era tal su obsesión que ya ni notaba las picaduras de aquellos desagradables insectos y sentía que con solo la compañía de ellas y unos cuantos botes de miel podía ser completamente feliz.
Erika Gazquet García 4B.
Hola, soy Miriam, tengo 28 años, y aún sigo aquí, tras varios años encerrada en este manicomio. Todos creen que estoy obsesionada, loca, pero no, solo utilizo los libros como una vía de escape. Desde hace años tengo un interés anormal por leer libros durante día y noche, hasta que mis ojos no puedan más, o caer rendida en la cama.
ResponderEliminarEl origen de esta obsesión viene de años atrás, exactamente, desde que tenía apenas diez años. Tras la muerte de mi madre, Carlos me maltrataba. – Carlos es mi padre, pero nunca lo he sentido como tal. – Un día decidió encerrarme en una habitación de la nueva casa que había comprado. Los primeros días casi no me moví, me quede sentada en una esquina de aquella habitación, deseando que todo acabara lo antes posible, y solo me levantaba para comer lo poco que me daba. La habitación no era como todas las demás con cama, ventana, armarios.. no, esta era una biblioteca que solo disponía de estanterías repletas de libros, un polvoriento sillón granate y una destartalada lámpara que apenas iluminaba la estancia. A la hora de dormir Carlos solía entrar, me hacía daño, y yo gritaba lo más fuerte que podía, hasta que la garganta me fallaba y con ella, las fuerzas. Estaba cansada, solo quería desaparecer, evadirme de la realidad, tener otra vida. No sabía cuanto tiempo llevaba ya encerrada allí, las horas se me hacían días, y los días eternos. Me aburría como nunca antes lo había echo, hasta que un día decidí abrir uno de esos polvorientos libros que reposaba sobre una de las estanterías. Poco a poco empecé a leer, encontré en los libros un refugio. Una noche, después de la usual visita, rompí a llorar y desee vivir en alguna de aquellas bonitas historias, no todas perfectas, pero si mejor que la mía. Y al parecer mi deseo se cumplió. Al día siguiente me puse a leer antes de que Carlos llegara, y cuando pude le oír con su lento caminar avanzar por el pasillo, cerré los ojos lo más fuerte que pude y desee meterme en uno de aquellos libros, y como por arte de magia, allí estaba, viviendo una historia que no era la mía. Día tras día Carlos venía a buscarme, pero yo ya no estaba, y el se volvió loco, hasta tal punto, que se suicidó. Una semana más tarde me encontraron, pálida y débil. Me sacaron de allí para llevarme a una casa de acogida, y lo único que llevaba conmigo, era una colección de libros, que no quise soltar por nada del mundo. Fui de casa en casa, pero nadie comprendía mi obsesión por la lectura, y todos acababan cansándose y pensando que estaba loca.
Cuando me encerraron aquí, los médicos esperaban que yo volviese a la realidad, lo que ninguno comprendía es que para mí todo esto es real. Todavía siguen esperando que vuelva a hablar y que sea capaz de separarme de los libros sin caer enferma. Aunque, sinceramente, yo no considero que esté loca, al revés, pienso que estoy mucho más cuerda que todos ellos, que soy normal, incluso más sabia, ya que los libros me han enseñado lecciones, y me han dado la vida, el día que suelte mis libros, sera en mi último suspiro, mientras tanto, sigo aquí contándoos mi historia.
Miriam Rodríguez Vizuete 4ºESO C
Manuela Lora sufre el trastorno psicológico conocido comúnmente como sapofómana ( obsesión por los sapos ). Su locura es tal que cada mañana, al despertarse, se dirige a la piscina donde le aguardan un gran numero de sapos. A continuación comienza a besar a cada uno de ellos, a algunos con lengua.
ResponderEliminarLa causa de esto se debe a varios factores. El primer brote psicótico lo sufrió cuando vio Tiana y el sapo, ya que se metió tanto en la película que acabo atacando a un sapo que descansaba felizmente en la piscina. En este primer ataque no llego a mantener acercamiento alguno, limitándose a observarlo con ensoñación durante dos días. Pero el factor decisivo se produjo cuando ella dejo a su novio por “coquetear con una rana en sus narices”. A partir de entonces su locura se agravó y su casa esta llena de sapos.
Laura Palomo era una joven loca a quien encerraron en un manicomio por defender una postura basada en una conclusión a la que había llegado: el agua evita la muerte.
ResponderEliminarCuando Laura era pequeña, tenía una maceta con una flor que le habían regalado. Ella la regaba todos los días, y llevaba un pequeño diario sobre su flor. Viendo que su flor crecía y crecía, Laura se ponía muy feliz, pero un día, empezó a descuidarla. Al poco tiempo, esta murió. Esto hizo pensar a Laura que el agua era vital para su flor, ya que la mantenía viva y creciendo día a día. A causa de este pensamiento, Laura, que no quería morir, empezó a bañarse mucho más a menudo, hasta que acabó haciendo la mayor parte de su vida metida en la bañera, rodeada de agua.
Laura llegó a vieja mucho más arrugada de lo que debería, a causa de su locura. Ella aun hacía la mayor parte de su vida en la bañera. Un día, mientras los trabajadores del manicomio hacían su ronda por las habitaciones, al entrar a la de Laura, la encontraron muerta en la pequeña salita de la habitación. Ellos nos se asombraron por la muerte en sí, ya que sabían que Laura era vieja y pronto moriría, si no por la forma en la que había muerto. Fuera de su bañera.
Laura Palomo 4ºB.
Raquel Rodríguez era una niña que desde muy chica ha tenido una gran obsesión por las narices grandes. Ella odiaba su nariz ya que su nariz era demasiado pequeña. En el colegio se metían con ella por tener una nariz tan diminuta y le hacían bullying por eso Raquel quería tener una nariz grande. Un día les contaron el cuento de ''Pinocho'' donde Raquel sacó la conclusión de que si ella mentía le crecería la nariz y sería tan grande como ella siempre ha querido tener.
ResponderEliminarTanta obsesión era la de Raquel que empezó a decir mentiras sin pensárselo dos veces. Al principio no noto cambio ninguno y eso no le gusto. Pensó que esto se debía a que no mentía demasiado así que esa vez mintió como nunca antes lo había echo. A los pocos días al despertarse por la mañana sintió un gran peso en la cara. Al mirarse al espejo se sorprendió de ver una nariz tan enorme como la de un tucán. Raquel no consiguió que sus amigos la perdonaran por la mentiras que había dicho, pero ella era feliz al haber conseguido una nariz tan grande, ya nadie se podía meter con ella.
Raquel Rodríguez Reque 4ºB.
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ResponderEliminar¿Que es la locura? Algunos piensan que la locura es pensar diferente,no digo de tener diferencias de opinión, sino que la forma de pensar es diferente. Pues bueno, Ángela Oliva estaba loca. Su locura era diferente al resto de locuras, ella estaba loca porque tenia una obsesión muy peculiar, le gustaba dormir todo el día y toda la noche porque decía que la vida sin estar soñando no era real, la vida empezaba una vez se quedaba dormida y empezaba a soñar, esa al menos,era su vida. ¿Quién nos asegura que no vivimos en un sueño y despertamos por las noches cuando creemos soñar? Esa era la pregunta que siempre ella se hacía. Si lo miramos así,tiene su razón,nadie nos lo asegura y quizá también me esté volviendo loca yo, a saber. La locura no existe y al mismo tiempo está en todas partes, así pienso.. En otras palabras, la vida es una locura y Ángela Oliva estaba loca.
ResponderEliminarAna era una loca, de un manicomio cualquiera, con otros locos con sus locuras, pero ella era distinta. Tenía una obsesión con el cerebro, ¿qué pasaba cuando dormía?, ¿cuándo te golpeabas?.
ResponderEliminarAl principio a sus padres le gustaba que le interesase la neurología, pero fue a más, hasta un punto de no querer dormir. Tras esto, sus padres la ingresaron en un manicomio.
Tras días y días de sesiones con el psiquiatra, este llego a una conclusión. Ana tenía una teoría. Cuando dormimos el cerebro deja de ser consciente, cuando el cerebro no es consciente deja de producir energía fisioquímica, lo que significa que el cerebro muere y con el nuestros pensamientos, en definitiva, cuando nos levantamos somos una persona distinta a la que nos acostamos.
Días más tarde la obligaron a dormir con tranquilizantes y cuando despertó había olvidado todas esas ideas que tenía.
Ana Blanco González 4ºB
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ResponderEliminarHan pasado seis meses desde que Lucía Jaén ingresó en el psiquiátrico, y cuatro desde que estudiamos su caso.
ResponderEliminarNada más llegar, su locura saltaba a la vista; pasó las primeras horas preguntando al personal si habían visto a Jaime, preocupada. Al principio pensamos que Jaime no era más que un amigo suyo, hasta que un día comenzó a gritar: "No dejéis escapar a Jaime", "Jaime traerá a sus amigos". Al preguntarle, la joven nos confesó que jaime era un pato. Por alguna razón, entraba en pánico al oír hablar de patos. Era muy inquieta, y no cesaba de preguntar por él.
Cuando sus compañeros bromeaban con ella, haciéndole creer que había patos en el centro, Lucía empezaba a correr en círculos gritando y alzando los brazos.
Al parecer, Jaime era un pato que se encariñó con ella hace años, y que desde entonces, la seguía cada vez que la mujer pasaba cerca del estanque. Lucía aseguraba haberle oído conspirar con susurros con los otros patos, planeando un fuerte golpe contra los humanos, para hacerse con el poder. Aseguraba ver en sus pequeños ojos maldad y sed de sangre. Su locura llegó a extremos en los que dibujaba patos gigantes aniquilando ciudades en las paredes del centro.
Sus creencias eran que existían los suficientes patos en el mundo para aliarse, y que si siguieran reproduciéndose, nos doblarían en tamaño.
Hace unos días nos llegó la información de que antes de enloquecer, Lucía trabajaba en un zoológico con horarios estrictos y que dimitió por sentirse intimidada por estos animales.
Aunque todos la miramos extrañados cuando habla, nadie puso objeción alguna a la hora de donar los patos del estanque del centro a un zoológico. Algunos encargados incluso creen haber oído palabras vengativas al transportar estos animales.
Lucía Jaén Segovia, 4ºB
Danilo Sisel era un loco, cuya locura consistía en dibujar enormes personas en la pared. Esos dibujos eran sus amigos, mejor dicho su familia. Los pintaba como su conciencia se los imaginaba y cada día los repasaba para que no se borren.
ResponderEliminarSu locura empezó cuando sólo tenía cuatro años ; toda su familia iba en un coche hacia Skopie la capital de Macedonia, pero trágicamente se chocaron con un camión, solo se salvó él. Por eso los pinta como se los imagina ya que no se acuerda como son.
Un día cualquiera, sus compañeros del psiquiátrico intentaron reírse de él. Así pues pintaron un bigote un poco puntiagudo sobre uno de los dibujos. Cuando Danilo se despertó, vio ese bigote negruzco sobre su dibujo. Realmente sus compañeros pensaron que se iba a cabrear, pero pasó todo lo contrario. Le pareció curioso porque en el dibujo donde habían pintado el bigote era su abuelo y con esa acción recordó una imagen de su abuelo con un bigote de color negro obsidiana.
Una noche de Abril, él se fue a dormir y cuentan que se olló la voz de una mujer cantando una nana. Era algo imposible, porque en este psiquiátrico sólo admiten a hombres.
Danilo Sisel, 4ºB.
Yo soy una loca, cuya locura consiste en no hablar, sé hablar pero no lo hago. A todo el que me hable le contesto, pero de una forma muy particular. Todos quedan alucinados. Los médicos no saben si es una locura o un Don.
ResponderEliminarLa principal causa fue que desde muy pequeña era muy vergonzosa y tímida, entonces no hablaba mucho. Murió un familiar cercano mío, y me enfadé con Dios, hice la promesa de no hablar jamás.
Pero finalmente, Dios me ganó la partida, me dio el Don de comunicarme a través de las mentes, la telepatía. Todos piensan que estoy loca y soy una marginada, hasta que me escuchan en sus mentes, y les digo que los locos son ellos.
En aquel manicomio hubo una vez una loca, Paula Macías. Acostumbraba a pasar las tardes en el jardín, acompañada siempre de un tarro de cristal, aparentemente pacífica, pues el resto de locos habían llegado a pensar que se encontraba allí por error, nada en su aspecto manifestaba signos de locura, aunque tampoco nadie había llegado a entablar conversación con ella, rumoreaban que no le complacían demasiado las relaciones humanas. Sin embargo un día, apareció corriendo despavorida, y le preguntó a uno de los allí presentes si era capaz de ver a la mosca. Poco tiempo después, descubrieron su obsesión, aquella chica vivía completamente segura de albergar una mosca junto a su ojo izquierdo, pero si se hubiera tratado de esto únicamente no habría presentado problema alguno. La verdadera locura de Paula consistía en haber pasado horas planeando una revolución mundial, claro está, no llegaría a hacerlo, pero a menudo actuaba violentamente con el objetivo de lograr su propósito, pues muchos habían sido los que habían intentado entrar en su habitación. Se había arrojado sobre ellos como si se tratara de una presa a la que devorar. Solamente uno logró acceder, y no vivió para contarlo. Paula supo que murió devorado por sus miles de moscas, pues encontró lo que quedaba de su cuerpo en su habitación y tuvo que deshacerse de él. Pero ella no presentaba peligro alguno para sus moscas, paseaba entre ellas con total parsimonia.
ResponderEliminarLa explicación que habían logrado sacar en común los médicos a su obsesión era que siempre había presentado miedo a estos insectos, hasta que un día, uno chocó contra su ojo con tal fuerza, que ella llegó a creer que este había accedido a su interior. Aseguraba tenerlo frente a la retina y verlo, e incluso sentir como a poco a poco se adueñaba de su cuerpo. El médico que más tiempo la había tratado llegó a confirmar que la loca en cuestión, había desarrollado un radical cambio psicológico llegando a creer, semanas anteriores, que verdaderamente ella era una mosca.
Y aunque un día escapó de allí llevada en volandas por sus moscas y recorridos unos metros, no hubo diferencia alguna entre aquella gran masa negra y la que antes hubo sido una chica, días después apareció en noticias un manicomio fue invadido por una plaga de moscas.
Paula Macías Pardo 4ºC
María esta totalmente ida. Todo el día comiendo flores y hablando con ellas. Cuando sale al parque, cada flor que encuentra cada flor con la que habla y se la come después. Dice que es para ser mas bonita, que quiere que los chicos de su instituto les dejen de decir que es fea y que va a estar sola toda su vida. Ella estaba muy triste y era muy infeliz, solo tenia un único espejo en su casa que era para que se vean sus hermosas flores. Las apreciaba mucho.
ResponderEliminarVive alejada de las personas,no quiere acercarse a nadie por miedo a que les insulten. Se sienta siempre sola en un banco del instituto mirando a la gente pasar, mirando las miradas de desprecio, mirando la belleza de otras personas... Todos los días al llegar a su casa riega las plantas charla con ellas y se come alguna que otra.
Se comía las flores por que le ayudaba a ser mas guapa y las flores se lo aconsejaban. Una noche se fue a dormir y se despertó en un lugar donde estaba lleno de flores, era un lugar muy bonito, estaba todo lo que a ella le gustaba, pero lo más bonito que había en ese lugar era ella. Ya no tendría que volver al instituto, nunca más le insultarían, nunca más le despreciarían, nunca más sería fea, nunca más despertaría... Ella por fin sería feliz.
María Díaz Martínez 4ºB
Hola soy Alba Cruz y mi secreto, que nadie sabe, es que soy la dueña de las hormigas, ellas hacen lo que yo les digo la mayoría de las veces, cuando alguna no me hace caso la meto en el microondas para que sufra un terrible castigo y así las demás sepan lo que pasa si me desobedecen, además he creado un ejercito de hormigas porque el año que viene intentaré conquistar el país, dando un golpe de estado.
ResponderEliminarMe empecé a interesar por las hormigas cuando me despidieron de mi trabajo, en el que yo era la jefe, además tenía una pareja y él siempre tenía que hacer lo que yo decía y un día me abandonó y para colmo mis padres dejaron de hablarme, así que me di cuenta de que ya no tenía a quién mandar, esa gentuza no supo valorarme. Un día comiendo en mi casa se me calló un trocito de pan y vi a una hormiga, entonces le ordené que cogiera ese trozo de pan y me hizo caso, fue la primera vez que me obedecía, desde hace mucho tiempo, aunque fuera una simple hormiga así que desde entonces soy la dueña de las hormigas. ¡¡Soy la mejor, vuelvo a ser la jefa!!!
Desde ese momento vivo feliz con mi ejercito de hormigas, como ya llevo mucho tiempo con ellas le he enseñado ha hacer muchas cosas como lavarme el pelo, hacerme la comida... gracias a ellas me siento la reina que siempre he sido pero la gente por envidiosa nunca me a dejado ser, incluso he conocido a un hormigo muy fuerte que es el general de mi ejercito de hormigas con el cuál llevo un par de meses saliendo.
En definitiva, que me va todo estupendamente y quien diga lo contrario es que me tiene envidia y punto.
Alba Cruz Zapata 4ºB
Patricia Palma era una joven loca que estaba encerrada en un manicomio como otro loco cualquiera. La razón de por que ella estaba allí era que siempre decía que tenia una amiga invisible , se pasaba horas y horas hablando con ella y jugando hasta que un día sus padres decidieron internarla en un manicomio haber si así conseguía olvidarse de aquella amiga suya que era invisible.
ResponderEliminarTras estar 3 años ingresada un día sus padres fueron a verla y ellos querían una explicación de aquella amiga suya que tanto había acompañado a Patricia , ella les explico que era rubia de ojos verdes y que se llamaba Blanca , tras la explicación de Patricia sus padres comenzaron a llorar. Sus padres no podían explicarse como Patricia sabia eso si ella no llego a conocer a su hermana fallecida llamada que al parecer era rubia y cono ojos verdes y se llamaba Blanca.
Hola, me llamo Miguel, y no estoy loco aunque todos piensen lo contrario. Por favor, no dejen de leer porque a continuación les contaré la historia de mi supuesta locura.
ResponderEliminarYo era un chico normal, con una familia un poco rara pero al fin y al cabo una familia. Siempre he sido un chico raro para los chicos del colegio y para la gente del pueblo. Decía que podía predecir cosas que podrían pasar y que todo el mundo estuviera alerta. Todo esto lo decía porque un día soñé una cosa horrible, una vecina del pueblo era atropellada por un camión y a los dos días ocurrió. Nadie me creía al decirles que lo había soñado, que yo había visto como aquella vecina moría en mis sueños. A partir de entonces cada vez que soñaba algo malo lo decía y todos me miraban con caras raras y llamándome loco. Pero la verdad es que nunca volvió a ocurrir nada de lo que soñaba, solo pasó una vez.
Entre psicólogos, maestros y mis propios padres que me decían que no era verdad lo que decía y que solo me gustaba imaginármelo para creer que tenia poderes, como todos los niños quieren creer cuando son chicos, al final me lo acabe creyendo. Seguí con mi vida, aunque algo dentro de mí sabía que aquello que me pasaba no era una locura. Un día pasaron de golpe todos los accidentes que soñé alguna vez, cuando me enteré lo supe, no estaba loco tardó en pasar pero yo sabía que podía predecir las cosas. A partir de ahí no dije nada, no quería que me llevasen a tantos psicólogos y volvieran a decirme que era mentira lo que me pasaba, no estaba loco. Si nadie quería saber lo que le podía suceder no era mi culpa, yo era feliz porque sabía que tenía un don, aunque otros lo llamen locura.
Miguel Álvarez-Rementería Burgos 4ºC
Realmente estaba loca, no solo lo pienso yo, lo piensa todo el mundo. He pensado en recoger firmas o nombres de los que también piensan lo mismo, pero... ¿Para qué si todo el mundo firmaría?. Macarena no era normal, su adicción por los Doritos no era normal... La gente come Doritos como aperitivo, pero, ¿Para comer?,¿Cenar?,¿Desayunar? Esto era demasiado, comía Doritos todo el día, ¿De dónde sacaba el dinero? No tengo ni idea, ¿Eso es sano? Yo creo que no. Nadie la visita, siempre con sus Doritos, creo que tendrá los dedos naranjas de tanto comerlos, y dicen que todo esto vino a causa de una terrible depresión, y logró salir de ella a base de Doritos, miles y miles de Doritos, se habla que aún no ha salido de aquella depresión, pero más que eso yo pienso que es locura, u obsesión.
ResponderEliminarMacarena Rueda 4ºB
Loco estoy ya desde hace mucho tiempo, cuando comencé a ver la imagen de mis seres queridos fallecidos sobre los ojos de esculturas religiosas, ya hacen unos 7 años.
ResponderEliminarTodavía recuerdo aquel día en el que se celebraba la boda de mi prima, cuando me senté en el banco para escuchar la misa del cura, observaba con admiración todo lo que me rodeaba, cuando quedé perplejo ante los ojos de una de aquellas esculturas. Podia ver perfectamente la imagen de mi abuelo sobre aquellos ojos verdes.
Al acabar la misa, esperé a que la gente marchase, entonces aproveché para hacercarme, cogí el caliz que habia sobre la mesa del altar y lo lancé contra aquellos ojos, resulto estar allí el alma de mi abuelo
¿Locura? ¿Qué es eso? Se preguntaba Maria todos los días cada vez que oiga a los médicos decirle a su madre "su hija está loca…", "Esta locura no se puede tratar..", "No sabemos qué hacer con ella..". La pequeña Maria de apenas 9 años no se podía ni hacer una idea de lo que estaba pasando con ella, no entendía nada. Pero en realidad su problema o locura ,como lo queráis llamar, era bastante grave...Se creía que vivía en una guerra constante, que en cualquier momento el ejército iba a venir a matar a su familia, que no podía salir a la calle por que sino la matarían, que los coches que veía desde su ventana era tanques…ect esto le llevaba a tener grandes crisis nerviosas, a estar todo el día llorando e ir siempre con pistolas, que evidentemente eran de juguete aunque ella creyese que eran de verdad.
ResponderEliminarHasta tal punto era su locura que a cualquier vecino que se acercara a su casa se abalanzaba contra él. La madre de María decidió llevarla a un psiquiátrico por que no podía seguir manteniendo esta situación con su hija, le sobrepasaba ver a una cría de 9 años así ..Los médicos habían visto muchos tipos de locuras pero ninguna como esta y en una niña tan pequeña. Como nadie le apoyaba ni evidentemente se lo creían , Maria a la edad de 12 años se acabó suicidando desde el quinto piso del psiquiátrico donde había estado durante estos 3 años.
Había una vez un niño llamado Víctor que vivía en un pequeño pueblo. Los niños de su pueblo decían que ese niño tenia un problema o algo porque no quería salir de su casa, en concreto de un baúl grande que le regalo su abuelo antes de morir. El decía que cuando se encontraba dentro lo protegería su abuelo y no le pasaría nada, solo salia para comer e ir a la escuela.
ResponderEliminarUna tarde sus padres se fueron a comprar y el se quedó dentro de su baúl, una tubería estalló y se produjo un incendio. Cuando sus padres llegaron preguntaron si habían visto salir al niño pero nadie lo vio, al apagar el incendio fueron corriendo a su habitación y vieron que el baúl estaba intacto. Al abrirlo se dieron cuenta que su hijo estaba bien.
Al día de hoy Víctor lleva su baúl a todas partes donde viaja y sigue durmiendo en el aunque le cueste un poco meterse.
- Manicomio de Collingwood
ResponderEliminarAquí reside el paciente Marshall Alistone el cuál asegura que es capaz de saber cuál es el tiempo de vida que le queda a una persona solo mirándola. Lo ingresaron en este centro porque las autoridades pensaban que en realidad quien mataba a las personas a las cuales les adivinaba su tiempo de vida era él. Cada vez que le decía a alguien cuanto tiempo de vida le quedaba, cuando esta persona iba a morir él aparecía en la escena del crimen y añadía el comentario; "Lo dije, pero nadie me escuchó".
Ahora mismo está viviendo en una habitación apartada del resto de enfermos para evitar problemas. En las paredes de su habitación ha empezado a dibujar lo que parece ser una cuenta atrás que va de 100 a 0. Los médicos creen que es el tiempo que le queda de vida. Hoy es el día 0. Veremos si estamos confundidos al respecto o es cierto que este hombre es capaz de saber el tiempo de vida que le queda a una persona solo con mirarla.
Ese día Marshall falleció, así como su habilidad de averiguar el tiempo de vida que le quedaba a las personas.
Sergio Alba Ojeda 4ºC
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ResponderEliminarHoy, domingo de Pascua, hace ya 16 años que llegó a este manicomio Julio, le diagnosticaron Parusiamanía, el paciente esta obseso con la vuelta de Jesucristo, desde que entró por la puerta, hacía cuentas y escribía sus teorías sobre la vuelta de al que el llamaba, hermano.
ResponderEliminarEl psicólogo, tras meses investigando, descubrió que el hermano del paciente desde pequeño le decía, que el era Jesucristo y, cuando Julio, cansado de escucharlo día tras día, acabó crucificándolo en la pared de su cuarto y esto, le acompañó el resto de su vida, mientras esperaba que su hermano volviera.
Una semana antes de domingo de Pascua, comenzó a ser violento, golpeando a los residentes que decían ser ateos y desde ahí, no dejaba que nadie blasfemara, ayer, día en el que el tenía como el día clave, como era de suponer, no pasó nada, hoy al entrar en su habitación, lo encontré ahorcado.
Adison Camadro de Pineda 4ºC
A veces veo cosas que los demás no ven. Están ahí, las observo pero parecen invisibles al resto. No sé si es cosa mía, pero son capaces de hablarme, de influir en mis pensamientos, de transformarme.
ResponderEliminarDicen que estoy loca, pero ¿lo estoy por ver cosas que los demás no? Probablemente los locos son ello, ciegos, incapaces de ver una realidad tan clara.
Eso pensaba Rocío, el porqué los demás no podían ver lo mismo que ella o al menos creer esa "locura" que ella veía tan real. Al fin y al cabo era solo una niña, quien iba a creerla?Aún así ella estaba segura de si misma, eran esas cosas que veía las que la mantenían fuerte y a pesar de todas las críticas ella se mantenía firme.
Día a día hablaba con ellos y la ayudaban, ya fuesen cosas buenas o malas. Eran su única compañía ya que los demás la veían como una paranoica por ser así, por creer en si misma y no en que estaba loca. No necesitaba a nadie más ya que con esas "cosas" le bastaba.
Se acabó aislando de todos, de el mundo en general y terminó por quedarse con ese mundo que solo ella podía ver, ese mundo de cosas y sucesos extraños que los demás ni veían, ni entendían ya que no se fijaban lo suficiente, cegados por no querer entenderlo y vivir como siempre les habían enseñado.
-"Rocío esta loca" o eso decían. Hacía como unos años que no quería hablar. La gente me hablaba, intentaban que yo hablase, pero yo solo miraba a la gente y nunca respondía nada de lo que me decían. Mi padre decidió llevarme al médico, y me ingresaron aquí, en este edifico tan grande, y en el cual llevo metida como cuatro años en estas cuatro paredes blancas. En mi habitación hay una chica, algo mas pequeña que yo, que la llaman loca porque no puede parar de hablar, habla hasta dormida, yo ya ni la escucho. Me explicaron que la pusieron en la misma habitación que yo para ver si hacía lo mismo que ella, y lo único que me hace ganar son dolores de cabeza.
ResponderEliminarEste trastorno que tengo viene todo de cuando yo tenía 11 años, hasta ahí yo era un chica feliz, muy social y con muchos amigos. Mi madre murió, cuando yo tenía 11 años, sí. Yo ya ahí empece a cerrarme un poco en mi misma, a solo pensar en mí, dejar amigos de lado y todo cambió pero yo seguía hablando. Meses mas tarde, mi padre se casó con otra mujer que se llamaba Lola. Al principio ella era buena, muy buena diría yo, pero como bien dice la frase... las apariencias engañan, y así es. Lola delante de mi padre me trataba genial, como si fuese otra de sus tres hijas. Todo cambió, mi padre tuvo que irse a trabajar a Barcelona durante ocho meses, decidí quedarme con Lola para no perder mis amistades de aquí y porque con ella me sentía bien. A los días de mi padre irse, Lola me encerró en una habitación, sin ventanas ni puertas ni nada por donde ver un poco de luz del día. Esa habitación era un tanto extraña, dentro de ella había una especie de máquina que cada vez que hablaba alguien allí dentro, expulsaba un ruido super fuerte, que te hacía llorar del daño. Estuve encerrada allí como siete meses, sin pronunciar apenas ni una palabra por no escuchar ese desagradable ruido. A los siete meses Lola me sacó de allí diciendo que venía mi padre, que me recuperase que tenía que verme bien, y que no le contase nada de esto. Era una sensación rara, después de tanto tiempo sin hablar, yo quería responderle pero no podía. A los días llegó mi padre y el me hablaba pero nunca le respondí. Decidió llevarme al médico, y aquí sigo porque aún no he vuelto a hablar.
Me encerraron aquí para que vuelva a hablar, para que si quiero algo lo pida, y algunos ejercicios que me hagan hablar. Se me hace muy difícil estar aquí sin poder hablar, pero no me salen las palabras, es como si mi sentido del habla la hubiese perdido aquellos siete meses en aquella habitación.
Rocío Masero Ramos 4ºC
Como entrenador de fútbol base he podido entrenar a muchos adolescentes con sus manías pero Lineros siempre ha sido un caso diferente. De pequeño ya apuntaba maneras de que estaba loco, dado que siempre entraba al campo con el pie izquierdo, hasta que un día se lo doblo y no volvió a repetir dicho suceso. Desde entonces y ya hace 10 años de la primera vez que cambio su costumbre, entra al campo con el pie derecho, hasta ahí bien, pero es que vuelve a salir con el mismo pies para acabar entrando al campo otra vez con el derecho, según el le da tranquilidad y seguridad para jugar sin miedo a lesionarse.
ResponderEliminarEn diversas ocasiones le dije que todo era un factor psicológico, hasta que dejo de hacerlo y adivinen que, se volvió a lesionar el tobillo izquierdo y de gravedad. A partir de entonces ya no hacia este gesto para entrar al campo, sino para entrar a su casa, clase, ambulatorio ect..
Parece mentira que ese niño tan inocente de 6 años que todos daban por loco con ese pequeño gesto ahora tenga su tienda de tobilleras para niños que sufran su misma lesión, lo curioso es que junto a la tobillera viene explicada su manía y muchos son los que han probado y dicen que funciona.
Me temo que este será mi ultimo año de entrenador y por tanto no llamare loco a quien tenga una manía o una obsesión antes de realizar algo, es más, si nos levantamos con el pie izquierdo nos ira mal , ¿Pero nadie ha pensado en levantarse con el pie derecho?
José L. Lineros Leal 4ºB
Espero que todas las personas que me tomaban por demente me comprendan ahora. Me llamo Anabel y morí el 23 de Junio de 2005.
ResponderEliminarTodo comenzó un día en la facultad; la profesora había cedido la clase a una Guru. Para los que no sepan en qué consiste el trabajo de una Guru lo explico a continuación. Una Guru es una consejera que te dice que es lo que te beneficia o perjudica. Esto despertó mi interés y al finalizar la clase y esperar a que todos mis compañeros salieran, me acerqué a ella y le pregunte sobre lo que me depararía el futuro. Esta mujer, de cabellos canosos y voz quebrada solo me dijo que no pasara por ningún arco, de lo contrario, me pasaría algo malo. Este consejo lo llevé a la práctica y durante muchos años no me paso nada y todo me fue bien.
Mis amigos y familiares, preocupados por mi obsesión y tras tratar de intentar, en vano, convencerme que lo que hacía era una tontería, decidieron ingresarme en un psiquiátrico para tratar de "curarme". Yo no estaba loca, ¿ por qué meterme en un manicomio? Mientras intentaba buscar alguna respuesta, estaba tranquila. El hospital solo tenia puertas y ventanas rectangulares, lo cual, me aliviaba.
El último día de mi vida, estábamos en la sala común y una compañera me pidió que encendiera el fuego de la chimenea, ya que se estaba apagando, con la mala suerte de que al inclinarme demasiado, el arco que formaba la chimenea me cayó encima y fallecí.
Esta conclusión va dirigida hacia todos mis amigos y mi familia: No estaba tan loca ¿no?
Anabel Guerra Romero 4º ESO C.
Andrea Cala era una loca, y su locura consistía en escupir compulsivamente a todo cartel con imágenes de modelos y famosos que veía pegado por las paredes, paradas de autobuses, etcétera.
ResponderEliminarCuando alguien pretendía evitar que lo hiciera se ponía tremendamente furiosa y su locura se volvía imparable, por lo que sus cuidadores y médicos del centro donde estaba recluida aconsejaban dejarla tranquila hasta que se le pasase, ya que se volvía muy agresiva, lo cual duraba varias horas.
A parte de ésta locura que Andrea tenía, era una chica completamente normal, se relacionaba con sus compañeros y cuidadores con toda normalidad. Leía, veía concursos por la tele, jugaba a juegos de mesa, etcétera.
Os cuento cómo llegó a producirse esta locura impulsiva de Andrea Cala; ella era una chica atractiva, dinámica y divertida, tenía dotes para la interpretación y le gustaba el mundo de la moda.
Se metió en ese mundo de mano de gente inadecuada que la llevaron por el camino equivocado aprovechándose de su corta edad e inexperiencia. Tal desenfreno le causó un grave accidente y la muerte de su mejor amigo.
Su mente quedó tan dañada después de aquello que jamás pudo recuperarse y cada vez que veía un cartel con fotos publicitarias con modelos o actrices sudaba desmesuradamente, se colocaba los dedos en la boca y lanzaba saliva a gran distancia y con muy buena puntería y sólo se tranquilizaba pasado un buen rato.
En el centro en el que se encuentra alguna vez da charlas a los estudiantes en prácticas contando su experiencia y aconsejando a todos que tengan cuidado con las malas influencias y las falsas promesas.
Andrea Cala Almendro 4º ESO B
El camino de la salud
ResponderEliminarMe llamo Zuriñe y tengo disfunción orgánica múltiple, una enfermedad que poco a poco me va destruyendo por dentro hasta el punto de dejar de existir. Vivo en una casa con mi madre y mi hermano. Mi madre y yo no nos llevábamos muy bien y nos pasábamos el día y la noche discutiendo.
Al día siguiente ya fue el colmo, una bronca hizo que me escapara de mi casa. Empecé a correr como podía, mi cuerpo cansado me hacía retrasarme pero yo quería ser libre y me encontré con un bosque que nunca lo había visto ,la verdad. Tenía algo especial, hacía que me sintiera mejor, Empecé a dar vueltas de arriba a bajo, siempre el mismo recorrido y me notaba más viva . A partir de ese día ya no pude parar e iba todos los día a hacer el mismo recorrido una y otra vez, sin parar, sin mirar atrás.
Después de un tiempo fui a la revisión semanal. El médico asombrado llamó a mi madre, no sabían que hacer, ni que decir. Poco a poco me estaba recuperando, mis órganos funcionaban perfectamente. Era increíble, no sabían lo que pasaba, en cambio yo sentía que eran los paseos por ese bosque, mi obsesión de recorrerlo varias veces. Aparte de un juego se había convertido en mi rutina, ya formaba parte de mi vida. Gracias a mi obsesión mi enfermedad se curo, pero una vez curada quería más y más. Ya no valían dos paseos , cada día iba aumentando, me sentía poderosa y con fuerza.
Me tuvieron que ingresar en un psiquiátrico, esto había llegado muy lejos pero sin mis paseos poco a poco me iría marchitando. Dos semanas más arde Zuriñe murió, se le paro el corazón.
Zuriñe Amorós Caraballo
Verónica era una loca.O eso creían.
ResponderEliminarSu locura consistía en atarse cuerdas en la cabeza,pues ella pensaba que si se ponía aquellas cuerdas enrolladas tendría la seguridad de no perder nunca la memoria ya que a ella le aterrorizaba la idea de que
su cerebro pudiera perder las neuronas y que se desencajase de su sitio.
La gente se reía y burlaba de aquella loca y cuando intentaban quitarle aquellas cuerdas ella enloquecía y con su propio pelo empezaba a atarse nudos por todo el cabello para sentirse protegida.Por esta razón Verónica antes de morir pidió que la enterrasen con las cuerdas ya que según ella gracias a estas podría seguir pensando más allá de la vida.
Verónica Sánchez Benítez 4ºB
Luis Gutiérrez es un enfermo muy particular, está ingresado en el hospital Luces Rojas de Sevilla, lleva aproximadamente ochenta años ingresado. Por más que preguntan en el centro cuánto tiempo lleva los trabajadores y residentes no lo saben claramente.
ResponderEliminarSu locura no es una locura cualquiera ya que para él es su modo de vida. Consiste en llevar siempre una peluca de cualquier color, corte, tamaño, tipo de pelo y comunicarse con ellas ... Cuyo fin es tener siempre algo en la cabeza, muchos no saben por qué. Pero el narra que es porque cuando era un niño con apenas ocho años veía una serie llamada “ da igual ser calvo o con pelo” y que en ella todos los actores eran calvos y que cuando pasaban temporadas y temporadas el veía como el cabello de su padre, tíos, abuelos o simplemente personas de la calle que paseaban muchos no tenían pelo o unos cuantos pelos sueltos por la cabeza. El decía que si él era el único humano que tuviera pelo en el mundo sería inmortal. Para ello cuando era un niño tenía una pequeña hucha cuyo dinero los padres le daban para comprarse chucherías, juegos para la play, etc. Él lo ahorraba para tener más pelucas y el creía que sí se ponía la peluca nunca iba a desaparecer, es decir, sería inmortal. El cuenta que tiene más de un centenar de pelucas, que tiene de todo tipo, colores, largura... Relata que siempre la debe tener puesta las veinticuatro horas del día. Solamente se cambia la peluca cuando se ducha y las lava. Su locura también consiste en creer que las pelucas o simplemente manojos de pelo artificial son personas y por tanto puede establecer con ellas una conversación adecuada. Cuando se cabrea con ellas les insulta y les amenaza diciendo que si siguen así no van a poder ser inmortales como él, y que si quieren ser como él deben ser: buenas, graciosas, comilonas y sobre todo muy limpias, cosa que algunas no lo son.
Luis Gutiérrez ahora tiene ahora ciento diez años y cree que es inmortal ya que todas las personas que “han pasado por su alrededor “han muerto. Su melena sigue intacta ya que ha estado cubiertas por pelucas y pelucas durante ciento dos años. Ahora apenas puede hablar pero se comunica con ellas a base de signos o eso es lo que él cuenta.
Luis Gutiérrez Carrero 4ºB
Yo, Darío Cabana Ramos, me encuentro en el psiquiátrico Guadiel. Estoy aquí porque mi mente no pertenece a mi cuerpo. O quizás sea al revés, es mi cuerpo quien no le pertenece a ella. Me di cuenta de esto por primera vez en el colegio, cuando intentaba hacer amigos pero no me salían las palabras correctas para hacerlo, cuando mi lengua parecía que hablaba sola, que no decía lo que mi mente pensaba, cuando mis piernas andaban solas hacia otro lado para no encontrarse con nadie.
ResponderEliminarMi vida desde entonces no ha sido nada fácil porque he tenido muchos problemas a causa de mi locura. Siempre he tenido que hacer, decir y decidir lo que mi cuerpo quería, ya que éste no hacía jamás caso a lo que mi mente ordenaba.
Un día, después de sacar un sobresaliente en un examen de matemáticas, mi profesor y mis compañeros me felicitaron por ello. En mi mente estaba pletórico, feliz, agradecido y orgulloso de mi mismo, pero mi cara aparentaba estar furiosa, llena de rabia y de ira. Entonces, cuando un compañero se acercó a mí para darme la enhorabuena, mis manos reaccionaron a su manera y la emprendí a golpes con él y con el resto de personas que estaban a mi alrededor. Mi mente quería parar aquel horrible suceso pero mi boca solo lanzaba palabras malsonantes y mi cuerpo solo se movía violentamente.
Desde aquel fatídico día, me encuentro en este espantoso lugar, donde gracias a los médicos he descubierto que la única forma de controlar mi cuerpo es plasmar por escrito lo que siento y lo que quiero. Por eso, hoy soy capaz de contaros mi locura.
Antonio Hidalgo Robles está loco. Se encuentra en el psiquiátrico de las patadas, que es un psiquiátrico donde están personas que cuando terminan de hacer cualquier cosa tienen que dar patadas. Antonio es uno de los pacientes más importante, porque su caso es raro y característico, ya que su locura consiste en que cada vez que termina alguna cosa tiene que dar patadas a un balón que lleva consigo siempre. Su locura llegó a tal extremo que un día en el psiquiátrico ocurrió algo de verdadero susto, peligro y miedo. Los médicos psiquiatras decidieron ese día, hacer un experimento o prueba, que consistía en robarle el balón a Antonio por la noche sin que se diera cuenta para ver si al día siguiente cuando terminara de gacer la primera cosa podía estar sin dar la patada, para ver así si controlaba la patada y no necesitar más el balón para poderle dar el alta. Ese día por la mañana, sin saber nada Antonio, cuando terminó de hacer la priemera cosa, que era orinar, iba a dar la patada al balón cuando se dio cuenta que el balón no estaba. Antonio se subía por las paredes, estaba nervioso, sudando, tenía dolores de todo tipo y en todos lados. Antonio no podía seguir así, en esa situación, sin poder dar la patada al balón, así que para liberar el estrés, la ansiedad y el ansia que tenía se le ocurrió que lo mejor sería matar al primero que se encontrase. Y así lo hizo cogió uno de los cohetes que había en el desván del psiquiátrico, que se utilizaban para hacer las fiestas nocturnas del psiquiátrico, y cuando se encontró a la primera persona que paseaba por uno de los pasillos del psiquiátrico encendió el cohete y se lo metió en la boca de aquella persona. Segundos antes de que el cohete explotara dentro del cuerpo de la persona los médicos psiquiatras que vieron aquello corrieron a darle el balón e inmediatamente Antonio sacó el cohete, lo apagó, lo tiró a la basura y le dio la patada al balón. Antonio se sentía en la gloria. Los médicos psiquiatras, después de ver aquello dijeron entre ellos que la locura de Antonio, de momento, no tenía solución.
ResponderEliminarAntonio Hidalgo Robles 4ºB.
Hoy es el décimo noveno cumpleaños de Triana, una chica que aparentemente es muy normal, pero que sufre una gran enfermedad que le hace pensar que está muerta. El síndrome de Cotard, le habían dicho los médicos a su tía. Ésta chica llevaba ya cinco años ingresada en un psiquiátrico, dado que había atacado a una mujer que intentaba convencerla de que no estaba muerta. Triana había asegurado a la mujer que estaba total y completamente muerta desde el día de su décimo cumpleaños y que si ella podía verla era porque había muerto también.
ResponderEliminarLa locura de Triana empezó, efectivamente, cuando cumplió los diez años. Sus padres, su hermano mayor y ella iban en el coche de vuelta a casa después de una cena familiar en su restaurante favorito cuando sufrieron un gran accidente en el que murieron todos. Por suerte para la niña, la ambulancia pudo llegar a tiempo y consiguieron reanimarla.
Triana no ha conseguido ningún avance desde que está aquí. Vaga por los pasillos como un verdadero fantasma. Apenas come y mucho menos se relaciona con sus compañeros. Debido a complicaciones con los enfermeros y enfermeras se le ha tenido que recetar medicamentos que la hacen estar más tranquila, pero no la hacen olvidarse de su muerte. Ella asegura que todo el que la ve esta muerto o a punto de estarlo, y si intentas contradecirlo te ataca con todas sus fuerzas para intentar matarte.
Triana de los Santos Sánchez 4ºC
Me llamo María Tello Acevedo, más conocida como ''La loca de los sonidos''.
ResponderEliminarMe hallo en el psiquiátrico Waters, y aquí llevo encerrada cinco años. Mi locura, no es tal que aquella de ponerle colores a los sonidos, suena raro, pero es cierto.
Desde pequeña, mi mente no hacía otra cosa que saltar con colores de distintas tonalidades dependiendo del tipo ruido que escuchase. La primera vez que me sucedió fue cuando estaba con mi mejor amiga Laura en su casa y de repente escuché como algo caía realizando un escandaloso ruído; dado a que vivía en un primer piso, el ruido que se escuchó fue bastante agudo para mis oídos y comencé a visualizar colores azules de distintos tonos: azul claro, azul oscuro, azul marino, azul cielo, etc.
Yo, al ver lo que estaba sucediendo dentro de mi mente, me asusté y comencé a chillar y Laura, preocupada, llamó a mis padres. Cuando llegué a mi casa, mis padres asustados me preguntaron que fue lo que me había sucedido y porqué estaba así y yo, les explique con total tranquilidad. Una vez finalizada la narración de mi gran extraño suceso, mis padres se miraron a los ojos y me dijeron ''Esto hay que tratarlo con un psiquiatra María''. Yo no me preocupé, ya que pensaba que esto iba a tener solución pero me equivoqué. Tras tres años de ir de psiquiatra en psiquiatra, me diagnosticaron una especie de Síndrome del cual no me quiero acordar y decidieron internarme.
Yo no sé si esto verdaderamente es una locura o tan solo un trauma por lo que viví de pequeña, que eso sí que no lo puedo contar ya que es cosa mía y de mi mejor amiga, ya muerta, Laura.
María Tello Acevedo. 4ºC.
Julia Castañeda era una niña que estaba loca. Todo comenzó a la edad de 15 años: todas las noches a las 4:44 se levantaba de la cama, se colocaba frente al espejo y comenzaba a hablar consigo misma, o al menos, eso parecía. La ingresaron en un manicomio tras 5 meses de terapia y que no hiciese efecto en la niña.
ResponderEliminarEn el manicomio, hacia su vida normal pero los enfermeros se vieron obligados a colocar un espejo en su habitación debido a que cuando no podía hablar a esa hora con la persona reflejada en el espejo comenzaba a gritar y se volvía agresiva. Un día el psicólogo del manicomio decidió ver la acción de Julia de levantarse y hablar con el espejo.
Esa misma noche, como siempre, a las 4:44 Julia se levantó y comenzó a hablar con el reflejo del espejo, entonces el psicólogo se acercó y observó una tenebrosa y horripilante sombra. A la mañana siguiente encontraron al psicólogo enfrente del espejo, hablándole; y es que con quien realmente hablaba Julia por las noches era con su gemela Adriana, la cual murió cortándose con un espejo roto.
Julia Castañeda Colchero 4ºB
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ResponderEliminarEn el pueblo de Klassewill, contaban la historia de un niño que estaba loco. Sus padre al no saber que le sucedía decidieron introducirlo en un psiquiátrico. Allí los médicos se preguntaban que cual era la locura o enfermedad de este paciente, pero no obtenían respuestas.
ResponderEliminarTras muchos años de investigaciones, uno de los ayudantes nuevo se dio cuenta tras observarlo varios días y hacerle determinadas pruebas, que el paciente que trataban no estaba loco ni tenia ningún tipo de enfermedad. Sino que era capaz de comunicarse con los espectros. Los espíritus buscaban a este niño para que que le ayudase a cumplir su última tarea y poder descansar tranquilamente.
Hoy en día este niño es recordado como el "Salvador de los Espíritus" hizo que muchos espíritus pudieran descansar en paz , a su vez, dando mucha tranquilidad a eso familiares que no sabían como se encontraban ni los deseos que tuvieron esos muertos.
Enrique Castillo Ruiz 4ºC
Belén, estaba loca. Su locura consistía en llevar siempre un reloj, ya sea en la muñeca, o en la mano. Incluso las paredes de su casa estaban llenas de relojes. Después de 5 años ingresada en el manicomio, han detectado la causa de la enfermedad: Belén tenía tanto miedo de perder el tiempo, que quería saber siempre la hora exacta. ¿El por qué de este comportamiento? cuando era pequeña estuvo tantísimo tiempo castigada por su madre ( otra loca) que perdió prácticamente toda su infancia y adolescencia. Ella, aún tiene miedo de perder el tiempo por eso, aún sigue con su enfermedad. Está tan traumatizada que los médicos del centro piensan que no va a recuperarse.
ResponderEliminarBelén Saiz Camacho 4ºb
Hola, soy Ángel Parrales, desde los 15 años estuve ingresado en un manicomio, ahora cuento la historia, pero hace años que ya no vivo. Los médicos decían que estaba obsesionado, loco, pero en realidad yo creía que los locos eran ellos.
ResponderEliminarPensaban esto porque desde que tenía 14 años iba disfrazado de plátano. Ya que mi madre me abandonó en el zoológico cuando yo tan solo tenía 7 años. Hizo esto porque tenía una enfermedad contagiosa y una familia de chimpancés me criaron durante mucho tiempo. Yo tuve que adaptarme a su forma de vida, empecé a actuar como tal, incluso me alimenté de plátanos durante esos años. Más tarde los cuidadores trasladaron a la familia de chimpancés y yo no tuve mas remedio que separarme de ellos. Tal fue el apego que cogí por mi 'familia' que siempre que tenía un plátano me sentía seguro. Por eso siempre iba con un gigantesco disfraz de plátano, ya que dentro de él mi enfermedad era inexistente.
Un día los médicos decidieron contra mi voluntad quitarme el disfraz, les explique que tenía una enfermedad, que moriría sin mi gran plátano, pero ellos no me creyeron. Mi salud fue empeorando gravemente, ellos decían que mejoraría, sin embargo me quitaron la vida, ya que yo, dos semanas más tarde fallecí en mi habitación.
Ángel Parrales Rodríguez 4ºC
Tania Martín estaba loca. Su locura consistía en que no podía dar ni un solo paso sin tener un bote de detergente en la mano. Cada vez que ella sentía que olía mal se echaba detergente por todo el cuerpo.
ResponderEliminarCuando se le estaba acabando el detergente iba corriendo a comprar otro e iba con dos botes de detergente, uno en cada mano.
Ella pensaba que con la ayuda del detergente estaría siempre limpia y con buen olor. Pero su locura verdaderamente venía de que cuando tenía 5 años, se llenó de barro en el colegio y unas niñas empezaron a insultarla y a decirle que no se duchaba y que olía mal. A ella esto le afectó tanto que no salió de su casa en meses, hasta que un día vio en la tele un anuncio que decía que el detergente quitaba todo tipo de manchas y que mantenía el buen olor durante días. Desde entonces está tan obsesionada que no tiene amigos ya que piensa que todo el mundo huele mal comparados con ella.
Tania Martín Muñoz 4ºB
¿Llevas una camiseta azul? ¡¿No la llevas verdad?! Si la llevas... ¡Es mía!¡Me pertenece! Y no te he dado permiso para que pudieras usarla...
ResponderEliminarMi nombre es Jonny Blue y desde los 8 años estoy aquí. Esos señores de blanco dicen que sufro un trastorno mental, o algo parecido, pero la verdad es que yo me siento muy bien. Solo hay una cosa que no soporto, que la gente utilice el color azul sin mi permiso. El color azul me pertenece, y con el todo lo que alberga. Por ejemplo, el cielo, es mio, y los pájaros que vuelan en el, me pertenecen, están ahí porque yo quiero, porque yo los he puesto ahí para que los días sean mas alegres. De hecho, cuando es de noche y el cielo ya no es azul, deja de haber pájaros, ¿Crees que es una coincidencia?.¿Te has fijado en que ya no hay lacasitos azules? ¿Adivina quien no dio permiso para utilizar ese color? O al menos eso creo, llevo tanto tiempo sin probar chocolate... El mar, esa inmensa masa de fluido azul que tanto me gusta, ¿los peces? Están ahí porque yo quiero, de hecho les alquilo su estancia en mis mares y océanos, son mios. ¿Es divertido verdad?. De hecho, no solo tengo en mi poder objetos naturales, sino que tu, ahora mismo, si llevas algo azul, eres de mi propiedad, soy tu dueño. Imagínate la de beneficios que tengo, derechos de autor, ¿Conoces a los Pitufos? Son mios. Todos los actores del “Señor de los Anillos” me pagan por sus ojos, aun que realmente no se donde esta ese dinero, supongo que esos señores de blanco se lo quedan todo, pero bueno, aquí no se vive tan mal, aunque el resto de chicos están un poco chiflados. ¡ah! Se me olvidaba! Los sugus azules (de piña) también son mios.
Creo que esta obsesión que tenéis todos por decirme que “mi color” no es mio, es de ser un poco envidiosos ¡¿no?! Yo la verdad es que me considero muy normal, quitando ese pequeño trastorno que puede que sufra, aunque creo que no me afecta, bueno, algunas veces es verdad que he atacado a personas por llevar alguna prenda azul sin mi permiso, pero bueno, yo ya no soy así. Por cierto, no has respondido a mi pregunta, ¿Llevas algo azul?
Luis Pavón Perejón 4ºC
El sujeto nº1978 fue identificado ayer mismo como Benancio de los Rosales, aunque sigue haciéndose llamar ''Gancho Lance, el Chicarrón''. Benancio, o más bien Gancho Lance, está como una regadera, y eso que nadie lo diría. A primera vista es un hombre normal y corriente, solo que algo maniático y chapado a la antigua para según qué cosas... Siempre lleva un enorme, brillante y ostentoso tupé que no para de repeinarse, además de una chupa negra de cuero que consiguió de alguna forma ya dentro del manicomio, aun teniendo en cuenta que le quitamos la suya al internarlo años atrás. Es bien sabido en el recinto que es una persona sociable y carismática, quizás demasiado, pues alguna vez le hemos pillado colándose en la zona de mujeres y tonteando con empleadas. Pero su descaro y su vestimenta pasada de moda no son las razones por las que está aquí, su locura reside en que cree vivir en un musical de los 50, más concretamente como el de la película ''Grease''.
ResponderEliminarAun tras años de investigación, nos fue completamente imposible averiguar el origen de su locura, pues él no nos daba ninguna pista, solo soltaba frases como ''Mis pies están hechos para bailar y mi voz para cantar'', etc... Sinceramente, a nadie le importa, pues aporta una alegría a este lugar que nadie le había dado antes. Hoy mismo a la hora del almuerzo, junto a un par de trabajadoras y otros pacientes nos ofrecieron una perfecta interpretación de ''You're the one that I want''. Lo único que no conseguimos explicarnos es cómo a la edad de 37 años sigue aparentando ser un chico de instituto.
Sergio Paulo García 4ºB
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ResponderEliminarSergio Zapata mas conocido como ¨el niño de la raíz¨ yo estuve en el psiquiátrico durante 17 años, mi locura era tan rara que los psicólogos no entendían mi locura
ResponderEliminarCon solo 15 años me diagnosticaron la enfermedad ¨estresitors¨ que consistía que el la época de examen finales con tanto estrés me arrancaba el pelo. Así estuve durante 3 años hasta que me arranque el poco pelo que me quedaba. Una vez acabada la Carrera de medicina, comenzó mi locura, yo veía que mis compañeros de trabajo tenían pelo y yo también quería, entonces, yo me dedica durante el día y parte de la noche a arrancar el pelo a las mujeres Yo, siempre iba a todos lados con unas pinzas para poder arrancar el pelo de raíz. Asín pensaba que comiendo todo el pelo que pudiese, cuanto mas largo mejor, me iba a crecer el pelo.
Tal fue mi locura que los médicos decidieron encerrarme en una habitacion asilada para que no le arrancara el pelo a los enfermeros, al cabo de unos mese, al no poder comer pelo mi salud fue empeorando con el paso de las horas, ellos decían que eso de la slaud iba a ir a mejor con el paso de los día y meses pero al final lo que hicieron fue quitarme la vida, morí solo, aislado, sin mi familia.
10 años así... tigres de papel llenaban su habitación.
ResponderEliminar¿Quién es? Alguien, su nombre no importa.
Todos los días, a todas horas. Ella sólo tenía ojos para sus tigres de papel.
Cada día hacía uno o dos tigres, dedicándole todo su tiempo a ellos.
Hace mucho tiempo, esta chica, siendo zoóloga estuvo parte de su trabajo cuidando a los tigres. Quedo fascinada por la belleza de estos animales, y tal era su obsesión, que la despidieron por no hacer sus deberes en el trabajo.
Su obsesión se transformó en locura, haciendo tigres de papel para no poder dejar de ver a estos animales.
Nadie se ha atrevido aún a visitarla, ya que muchos vecinos se quejan de extraños ruidos, parecidos a rugidos, procedentes de su casa...
Alba Marín 4B
CORRECIÓN
ResponderEliminarAna era una loca, de un manicomio cualquiera, con otros locos con sus locuras pero ella era distinta. Tenía una obsesión con el cerebro, desde pequeña se preguntaba: ¿qué pasaba cuando dormía? y ¿cuando te golpeabas?.
Al principio a sus padres le gustaba que le interesase la neucrología, pero fue a más, su obsesión no la dejaba dormir, tampoco dejaba dormir a sus padres, temía que su cerebro muriera durante el sueño, se transformara en otra persona o que los demás se olvidaran de ella,
Pasó meses en el manicomio, los médicos la sometían a largas sesiones de electroshock y le deban muchas pastillas, pero nada funcionaba. Cuando ya los médicos la dejaron por imposible, Ana solo se dedicaba a pasar de noche por el jardín del manicomio, para así evitar dormir.
Una noche mientras estaba en el jardín, vio una luz intermitente en los arbustos del final, se acercó hacia ellos y vio unos pequeños seres con unas extrañas lamparas sobre sus cabezas. Esos individuos le dijeron: nosotros protegeremos tu sueño. Entonces Ana parecía mas tranquila y fue a dormir la primera vez por su propia voluntad en años. Esto fue lo último que sabemos ella
" Aquí yace Ana Blanco, la loca de los sueños" 4 de agosto de 1999
ANA BLANCO 4B
Aileen no era una mujer cualquiera, se podría decir que era una pequeña "pastelera" loca. Todo esto empezó cuando era pequeña, todas las mañanas su madre le obligaba a hacer pasteles ya que tenía un don para la repostería, su locura empezó cuando una mañana su madre no le levantó para ir a cocinar, entonces ella sin darse cuenta se puso el delantal y empezó a sacar la harina, la leche y todo los ingredientes para una fabulosa tarta. Desde ese momento todos los días por la mañana se levantaba y empezaba a cocinar con el propósito de dar de comer a todo el mundo, si alguien ocupaba la cocina cuando ella estaba empezaba a lanzar cuchillos y a gritar como una posesa. A día de hoy ella tiene su propia pastelería dentro de su psiquiátrico. El médico dice que ella está muy feliz con sus pasteles y por lo menos ya no es tan agresiva, se podría decir que sus pasteles hacen a la gente más feliz y más dulce.
ResponderEliminarEsta es la historia de una chica que ama el papel, su nombre es Ángela Barea. La obsesión le venia desde bebe, ya que cuando era pequeña en vez de pañales le ponían periódico, lo que provoco que le cogiera un cariño especial. Su locura se divide en tres etapas cruciales para su vida, en la niñez, en la adolescencia y en la madurez.
ResponderEliminarEn la niñez se informo sobre el tema, es decir, averiguó de donde venia, como se hacia, cuales son sus utilidades etc... La adolescencia fue la etapa más dura pues quería envolver su vida con papel y debido a esto intentó hacerlo posible para logralo. Comenzó por su habitación, forro de papel el cuarto entero incluyendo muebles, después en su forma de vestir, toda su ropa era de ese material. Por ultimo lógicamente el amor de su vida no podía ser de carne y huesos, sino, de papel, ¿Dónde lo encontró? En un escapare de Leroy Merlin. Vio un prefecto, y de su misma altura, muñeco de papel. Fue difícil hacerse con él, pero lo consiguió. Cuando se “hizo adulta” planeo el proyecto de su vida; hacer una casa de papel y vivir allí con su muñeco. ¿lo consiguió? Pues no, en la construcción de dicha casa el muñeco sufrió un percance, se incendio provocando su destrucción dando lugar a la muerte. Solo quedaban cenizas.
Este trágico suceso marcó en Ángela un antes y un después en su vida, ya que perdió a su preciado muñeco de papel. Le ingresaron en un psiquiátrico, pues tras lo sucedido lo único que hacia era quemar papel.
Ángela Barea López 4ºB
Antonio Vázquez Bayón ... el peor de los casos que pudo tener el Manicomio Ronda de Aranjuez.
ResponderEliminarEl comienzo de la locura de este paciente comenzó hace 15 años cuando tenía 16 años. El muchacho se pasaba horas y horas mirándose al espejo nada que diciendo y diciendo que era el ser más hermoso de la tierra. Con el tiempo aquel simple hobbie de mirarse a un espejo pasó a ser enfermedad.
A las semanas Antonio necesitaba espejos por todas partes pues necesitaba contemplarse pues empezaba a chillar y a enloquecer hasta quedarse muchas noches afónico y sin dormir. hasta cierto día se cansó de mirar su exterior y comenzó a pensar en como sería su interior. Por ello empezó a comprar anestesia local y grandes bisturies para comenzarse a cortase la piel y empezar a ver como era su cuerpo. Más de una vez sus padres lo encontraros mediomuerto por desangramiento, así primero con el brazo, después la pierna incluso lo encontraron haciéndose una inicisura en el abdomen ya que quería ver como eran sus jugos gástricos.
Angustiados y doloridos por la idea optaron por la decisión de ingresarlo en nuestro manicomio. Al ver su estado decidimos meterlo en una cámara oscura con una camisa de fuera para que no pudiese intentar hacerse más daño.
Durante un tiempo esta medida parecía que daba resultado y así estuvo durante aproximadamente una semana, hasta aquella fatídica noche de julio del 84.
llovía a mares como nunca había visto llover tanto en pleno mes de julio en Andalucía. Estaba de guardia y estaba paseando por la planta donde se hallaba Antonio, cuando comencé a oir gritos de dolor que provenían de su habitación. Corriendo abrí la pequeña rejilla de su puerta y contemplé horrorizado la escena : había conseguido librase una mano y con un clavo de la pared (que se hallaba tras la pared de gomaespuma) se estaba abriendo brechaspor todo el cuerpo gritando con voz sonora ''¡QUÉ GUAPO SOY, QUIERO VERME POR DENTRO AÚN MÁS!'' Asustado fui a abrir la puerta pero, tampoco se como consiguió forzarla.
No podía hacer nada, estaba solo y obeservaba aterrado como se abría la cabeza en canal y empezaba a tocarse el cerebro y como en un último esfuerzo antes de morir se lo arrancaba de cuajo del cráneo, cayendo inerte al suelo.
A la mañana siguiente los forenses se llevaron el cuerpo y se precintó su habitación.
Pasaron dos meses desde aquel trágico suceso, y volvía a hacer mi ronda por la misma planta y extrañamente volvía a sentir los gritos de Antonio. Preocupado mandé que me trasladaran a otro manicomio pero en la 2ª planta (lugar en la que estaba la de Antonio en el Manicomio de Aranjuez) se oían los mismos gritos y cada noche más y más fuerte. Intenté hablarlo con espialistas, pero decían que era imposible, pero seguía y no podía dormir. Ahora el loco soy yo y aquí me tienes en el manicomio Ronda Histórica de Aranjuez en la misma habitación, con Antonio y dice que él nos podría enseñar a sacar el corazón y contemplar su maravilla. Parece algo interesante ¿Te apuntas?...
Antonio Vázquez Bayón 4º Eso B
Mi nombre es Cristina Velázquez, y hace apenas unos años que salí de un manicomio. Yo tenia una extraña obsesión, solía actuar, hablar, y pensar, como si estuviera en la prehistoria, ni siquiera era capaz de expresarme, si no era dando golpes y haciendo ruidos guturales, cuando iba por la calle la gente se cambiaba de acera, y las ancianas corrían despavoridas al notar mi presencia, no sabia leer, caminaba como un semi mono, y casi nunca llevaba ropa.
ResponderEliminarCuando esto me fue diagnosticado, el medico dijo, que la obsesión se debía a que de pequeña, mis padres no me habían incitado a expresarme, ni a hablar, me dejaban viendo documentales de historia en la tele, y termine creyéndome que yo era una de ellos, es por esto que mi comportamiento fue tornándose prehistórico, además, el medico añadió, que seguramente me sentía mas segura teniendo ese comportamiento, ya que suele ser mucho mas fácil no tener raciocinio, y vivir al margen de la realidad, además, decía, que según pasasen los años, iría cambiando de época, hasta llegar a la contemporánea, y posteriormente al siglo XXI, y era cierto, yo misma pude notar los cambias, avanzaba de época, cambiando mi forma de vestir y de pensar, de hablar y de expresarme. Muchos doctores piensan que seguiré avanzando en el tiempo, y verán reflejados en mi el futuro, ¿quién sabe? alomejor es cierto y todo, yo sinceramente pienso los locos son ellos.
Cristina Velázquez Murillo 4ºC
Mi nombre es Eugenia Polo Parejo y me encuentro internada en el psiquiátrico Heart debido a locura, bueno, más bien mi obsesión por las manos de las personas ajenas a mi.
ResponderEliminarMe di cuenta de esta extraña obsesión cuando mi padre comenzó a darme la mano por cada aprobado que sacaba. Poco a poco, ya eso se hizo costumbre y cada vez que me sucedía algo bueno iba por la calle dándole la mano a la gente la cual no conocía y estas me miraban raro, como es normal. Pero recuerdo una vez cuando le dí la mano a la última persona que vi antes de internarme, sentí algo demasiado raro, lo cual me extraño bastante.
Nada más entrar a mi casa y me paré a pensar el porqué de esta sensación, llegué a la conclusión de que a las personas las cuales les daba la mano no estaban vivas.
Y por esta obsesión decidí internarme en este centro. Pasado los años mi madre vino a visitarme y me dijo que no me preocupase ya que mi abuela que ya no vive tenia la misma obsesión que yo .
Eugenia Polo Parejo 4ªC