La novela ganadora del premio Alfaguara nos
sitúa ante un cuarentón que, por un extraño azar, debe reconstruir una historia
amorosa que nunca existió.
Samuel es uno de esos cuarentones que tienen aún
una faceta adolescente y que están afectados por una especie de aburrimiento
vital de dudoso origen. Un día recibe una llamada extraña: alguien a quien no
conoce le comunica la muerte en un accidente de Clara, su amante. Un golpe
doloroso si no fuera porque él nunca ha conocido a ninguna Clara. Por
curiosidad, Samuel va al tanatorio y allí se ve enredado en una historia de la
que no puede o no quiere salir: el marido de la muerta lo mira con despecho y
la hermana de la chica quiere que le aclare cómo fue su relación. Entonces, el
protagonista, quizá por el interés que siente por la hermana, empieza a
inventar y el embrollo crece y crece.
La invención del amor ha
ganado el premio Alfaguara 2013 y tiene la virtud de colocarnos ante una
frontera muy débil: la que separa la realidad y la ficción. Porque a medida que
Samuel inventa sus momentos con Clara, las vivencias que nunca se produjeron,
está cambiando la percepción que sus próximos tuvieron de ella y al tiempo está
acercándose a la intimidad de una mujer a la que no conoció.
Puede encontrarse en el armario 7-bis-1 de la
biblioteca.
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