La invención del amor, de José Ovejero
La novela ganadora del premio
Alfaguara nos sitúa ante un cuarentón que, por un extraño azar, debe
reconstruir una historia amorosa que nunca existió.
Samuel es uno de esos cuarentones que tienen aún una faceta
adolescente y que están afectados por una especie de aburrimiento vital
de dudoso origen. Un día recibe una llamada extraña: alguien a quien no
conoce le comunica la muerte en un accidente de Clara, su amante. Un
golpe doloroso si no fuera porque él nunca ha conocido a ninguna Clara.
Por curiosidad, Samuel va al tanatorio y allí se ve enredado en una
historia de la que no puede o no quiere salir: el marido de la muerta lo
mira con despecho y la hermana de la chica quiere que le aclare cómo
fue su relación. Entonces, el protagonista, quizá por el interés que
siente por la hermana, empieza a inventar y el embrollo crece y crece.
La invención del amor ha ganado el premio Alfaguara 2013 y tiene la virtud
de colocarnos ante una frontera muy débil: la que separa la realidad y
la ficción. Porque a medida que Samuel inventa sus momentos con Clara,
las vivencias que nunca se produjeron, está cambiando la percepción que
sus próximos tuvieron de ella y al tiempo está acercándose a la
intimidad de una mujer a la que no conoció.
Samuel es uno de esos cuarentones que tienen aún una faceta
adolescente y que están afectados por una especie de aburrimiento vital
de dudoso origen. Un día recibe una llamada extraña: alguien a quien no
conoce le comunica la muerte en un accidente de Clara, su amante. Un
golpe doloroso si no fuera porque él nunca ha conocido a ninguna Clara.
Por curiosidad, Samuel va al tanatorio y allí se ve enredado en una
historia de la que no puede o no quiere salir: el marido de la muerta lo
mira con despecho y la hermana de la chica quiere que le aclare cómo
fue su relación. Entonces, el protagonista, quizá por el interés que
siente por la hermana, empieza a inventar y el embrollo crece y crece.
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