Elena Poniatowska, perteneciente a una familia noble de origen polaco, nació en 1932 en París. Abandona Europa durante la Segunda Guerra Mundial y llega a Ciudad de Méjico en 1942. Trabajó como periodista en el diario Excélsior y ha colaborado en numerosas revistas. Ha realizado cortos cinematográficos y es socia fundadora de la Cinemateca Nacional y de la Editorial Siglo XXI. Entre sus novelas destacan LilusKikus, Hasta no verte Jesús mío, La noche de Tlatelolco, Querido Diego, te abraza Quiela, La flor de Lis… Su obra ha sido traducida a más de una decena de idiomas y su trayectoria como periodista y escritora ha sido reconocida con múltiples premios nacionales e internacionales. En 2013 se le concedió el Premio Cervantes.
Elena Poniatowska retrata como nadie la vida de mujeres excepcionales y fuertes a las que se entrega para descubrir y reivindicar su propia fortaleza y rebeldía. A través de ellas, la escritora nos muestra todos los entresijos políticos y culturales del Méjico del siglo XX. Elena Poniatowska se rodeó de los intelectuales más importantes de la época y los convirtió en personajes literarios para rendirles homenaje a ellos y al país del que se enamoró cuando llegó con 10 años.
Entre ellos podemos destacar a la fotógrafa y espía revolucionaria Tina Modotti (Tinísima, 1992) donde Poniatowska describe la liberación sexual y espiritual de la bohemia de San Francisco; la pasión por la fotografía; el Méjico de los años 20 que se abría al mundo y a la renovación artística y la figura de Tina Modotti que ofreció su talento y su energía a la causa comunista incipiente en la ciudad, convirtiéndose incluso en espía, pero rechazada e ignorada por ser mujer.
Otra de las mujeres que retrata, y no puedo dejar de mencionar, es a Lupe Marín en Dos veces única, 2015. La que fuera la primera mujer de Diego Rivera y del poeta y crítico Jorge Cuesta, el más importante de los escritores del grupo Contemporáneos, es descrita como una mujer con un carácter legendario que ejerció una influencia poderosa sobre sus hijos y nietos, haciéndolos sentirse en muchas ocasiones como unos fracasados y acusada incluso de ser la instigadora del macabro suicidio de su segundo esposo. Lupe Marín o “mula prieta”, como la llamaba Diego Rivera, fue testigo del desarrollo cultural y artístico de las personalidades más importante del Méjico del siglo XX, a los que amó y odió con la misma fuerza y pasión.
Sin embargo, una de las personalidades más importantes que Elena Poniatowska ha retratado en suobra es la increíble vida de la pintora surrealista Leonora Carrington (Leonora, 2011).Leonora es una novela que no deja indiferente a quien la lee, en ella se nos narra la vida de una niña con una inteligencia precoz y una imaginación exacerbada. Leonora Carrington es una suerte de luz en un mundo oscuro, un oasis en un desierto, una bonita extrañeza cuya vida nos regala Elena Poniatowska narrada con una ternura inigualable. El libro comienza con el inicio de su vida, señalando los referentes que después se convertirán en motivos claves de su pintura, caballos alados, mezclas de pájaros y estrellas de mar, magia, tarot y la indiscutible influencia de los cuentos de hadas que leía desde niña. Leonora crece en un ambiente acomodado pero hostil a la hora de entender cuál es la ilusión que rige su vida. Se convertirá en una paria que aborrecerá todo lo que simboliza la clase social a la que pertenece y rechazará todo lo que tenga que ver con la alta burguesía, como ocurriera con el personaje de Flora Tristán en la obra de Vargas Llosa El paraíso en la otra esquina.
A una infancia feliz, aunque incomprendida, sigue una historia de amor con un artista bastante mayor que ella que le lleva a vivir siempre al límite, encadenada a sueños y quimeras que pretende cumplir. Su afiliación al partido comunista y el estallido de la Segunda Guerra Mundial harán que su gran amor el pintor Marx Ernst sea encerrado en un campo de concentración y su padre se vengue de ella encerrándola en un psiquiátrico de Santander del que logrará escapar años después.
Guerras, prisiones, privacidad de la libertad y una lucha siempre fortalecida por unas inmensas ganas de vivir, el libro de Elena Poniatowska nos acompaña y nos muestra una historia de desvelos, amistades, recorridos artísticos y amorosos y pensamientos íntimos de una persona que a día de hoy es considerada como uno de los mayores referentes del movimiento surrealista y que se codeó con las personalidades más importantes de la época como Peggy Guggenheim, Joan Miró, André Breton, Picasso, Salvador Dalí… para morir finalmente sola en su casa de Méjico donde se instaló tras su huida del manicomio y de Nueva York y desarrolló sus obras artísticas y literarias más singulares y geniales.
Don Raúl Murillo García, miembro del equipo colaborador de Biblioteca
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