Pero qué va. Prefiero coger fuerte de las manos a los chicos que están a mi lado y mirar. Las manos apretadas, las risas inevitables, las preguntas desde los coches, las tontunas de las hormonas.Las nuevas profes y los de siempre.La profesora elegante de morado. El cámara siempre discreto. El nuevo Ángel que pisa fuerte contra el machismo. El jefe que corretea para que el chaval no se nos pierda. Los grandes que ayudan a los chicos. La inmensa mayoría que dice NO. La inmensa mayoría que no aguanta ni una más. La inmensa mayoría contra la violencia machista.
Y a la vuelta, de nuevo, la música que salva. Otra vez el milagro del coro y su alma en forma de maestra de francés. La emoción de un chaval castigado que aprende más en una hora que en lo que llevamos de curso. Las lágrimas que saltan porque casi mil mujeres duelen demasiado. Pero la música, durante unos minutos, nos dice que somos la inmensa mayoría contra un gigante al que vamos a vencer.
Ojalá no hubiera 25N. Pero mientras lo haya, seguiremos demostrando que somos la inmensa mayoría.
Y el gigante del machismo, que tiemble.
Podéis ver un excelente reportaje fotográfico realizado por nuestra compañera Estrella Olivares pinchando aquí
Y las fotos artísticas de nuestra colaboradora Paula Pérez, aquí
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