Hoy nos preguntamos si la justicia es igual para todos, si la
justicia es justa. Para saberlo debemos diferenciar entre bondad y justicia.
Bondad no es lo mismo que Justicia. No es lo mismo ser un hombre “bueno” que
“ciudadano”. La justicia legal exige dar a cada uno lo suyo; sin embargo, la
bondad no lo exige. Por esta definición, parece como si la bondad rebasara la
justicia; pero la diferencia es que la
legalidad siempre se afianza en la ley y, por el contrario, la legitimidad va
por la justicia ética. Un claro
ejemplo: los abogados son obligados legalmente a mantener su defensa aunque ellos
sepan que su cliente ha sido el artífice del delito.
Es muy difícil determinar lo que es justicia, como un sabio dijo una vez “la
justicia es darle a cada cual lo que se merece” pero, ¿qué me merezco yo?, ¿o
tú?, ¿quién determina la medida? Mejor es afirmar que la justicia es la media
que debe ajustarse a las personas por su calidad inherente de humanos. Por lo
tanto, la justicia es, en teoría, igual para todos. Ahora bien, me parece que
la pregunta la tendríamos que haber formulado de otra manera, debería ser: ¿se
aplica igual la justicia a todos? A esta pregunta yo contesto que no, ya que
desde las mismas leyes se establecen privilegios y más si a eso le sumamos la
corrupción en los sistemas judiciales, la mora, el pésimo resguardo a la
garantía de defensa, etc. Estamos en un punto en el que hay más posibilidades
de entender la justicia como aplicación de equidad solamente cuando se tienen
los medios económicos, sociales y políticos suficientes.
Noelia De La Fuente Valderrama, 3º ESO A.
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