9 de marzo de 2022

8M

 


Parece frívolo o innecesario o inadecuado conmemorar el 8M, Día de la Mujer, en medio de una pandemia y mientras contemplamos con horror una guerra tan cercana y tan bestia que ha removido hasta el fondo nuestras fibras.

Pero pido la paz y la palabra porque:

24 de cada cien niñas en Honduras son víctimas del matrimonio infantil

Más de 200 millones de mujeres y niñas vivas han sido actualmente víctimas de mutilación genital femenina en todo el mundo

Isabel, de 45 años y madre de dos hijos, fue asesinada el pasado jueves a tiros por su expareja. 43 asesinadas en 2021 por violencia de género. 30 huérfanos en 2021 por violencia de género.

Porque la violencia SÍ tiene género.

Pido la paz y la palabra porque:

Desde el estallido de la COVID 19 la violencia contra las mujeres y las niñas se ha intensificado en todo el mundo. Más aisladas en sus hogares, han tenido menos posibilidades de ser ayudadas (ONU)

47 millones de mujeres y niñas han llegado a una situación de pobreza extrema en 2021 como consecuencia de la COVID19 (ONU)

7 de cada 10 profesionales de la Salud en todo el mundo son mujeres, lo que explica que más mujeres han estado expuestas al contagio. Los contagios de sanitarias en los primeros meses multiplicaron por tres los de los hombres.

Pido la paz y la palabra…

Porque las Humanidades, las Ciencias, las Artes, la Historia han silenciado nuestros nombres hasta hacernos creer que el femenino era solo sinónimo de madre, esposa, bruja o santa. O nada.

Porque la revolución será feminista o no será. Una revolución sin bombas ni sangre ni víctimas. Una revolución donde mujeres y hombres feministas luchemos juntas y juntos por conseguir lo que es un derecho y no un regalo. La igualdad real. La libertad. Los mismos derechos, las mismas oportunidades, los mismos sueldos, los mismos retos…

Pido la paz y la palabra. Para Ucrania. Por Ucrania. Hoy, por las mujeres que escapan de su tierra con sus mayores y sus hijos. Por las que se quedan luchando en una guerra que no han provocado. Por las que serán, si no lo son ya, como en todas las guerras, el campo de batalla. Por las que sostienen los cuerpos de los enfermos, y de los muertos. Y por las que intentan explicar a los niños cuentos que les hagan creer que lo que ven es un simple juego y no una pesadilla real.

Pido la paz y la palabra. Pido la paz. Pido la paz. Y hoy, 8M, Día de la Mujer, pedimos, suplicamos, gritamos:

NO A LA GUERRA

 

 

 

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