20 de junio de 2015

Relatos curiosos


Los alumnos de 2º de ESO han  realizado  durante este curso diversas tareas de expresión escrita; entre ellas estaba la de escribir un relato policiaco o la de  reescribir  un  cuento tradicional cambiando  el papel típico y tópico  de la mujer en esta clase  de relatos. Presentamos aquí una pequeña selección, nada académica, de los relatos más originales, interesantes y divertidos. Que los disfruten.


Relatos Curiosos

17 de junio de 2015

La educación: la gran damnificada.

         Nuestro compañero Germán Jiménez ha publicado un interesante artículo en el blog  acciónpoliteia sobre el estado actual de la educación en España, esa gran damnificada de los innumerables planes de estudio y reformas sucesivas de las que "han hecho gala" los distintos gobiernos y regímenes políticos como timbre de gloria y honor, pero que han conducido de forma ineluctable a una situación educativa más que lamentable. Reproducimos aquí las lúcidas palabras de nuestro compañero por su innegable interés:

El próximo curso entrará en vigor la nueva ley de educación, la séptima de nuestra democracia y la cuarta desde que apareciera la LOGSE en 1990. En mi opinión y en la de mucha gente se trata de la ley más partidista, la más injusta y la menos solidaria de todas las que hasta ahora han visto la luz. Pero antes de que comencemos a renegar de ella, convendría pensar desde dónde estamos lanzando nuestros dardos.
El proceso político y educativo comenzado en 1980 con la LOECE ha terminado haciendo de nuestras escuelas unas guarderías cuyo principal objetivo es acomodar el horario de nuestros hijos al caótico horario laboral de los adultos. Se pretende además que sean felices unos niños arrancados a deshoras de la cama, abandonados en edificios diseñados como fábricas decimonónicas, y atendidos por unas personas que, gracias a la labor de la administración educativa, se han convertido en los últimos años en objeto de desprecio del público en general, y de los más jóvenes en particular. ¿Qué bienestar puede hallarse en una colmena de maestros descalificados, pasillos deslucidos, aulas con cartulinas que tapan desconchones y niños llorosos y desganados?
Los institutos actuales, en los que llevo más de treinta años, son volcanes siempre a punto de estallar, auténticas cárceles de altos muros y cancelas en donde se recluyen adolescentes y jóvenes que se machacan unos a otros por pura inercia hormonal y a quienes, para más inri, sus carceleros tienen que educar en unos valores que nuestra sociedad, a todas luces, ni aprecia ni respeta. ¿Qué valores pueden vivirse y compartirse en una cárcel?
Y una Universidad desgajada del sistema educativo que, en vez de convertirse en guía y motor de nuestro pensamiento, se ha transformado en súbdita de los intereses políticos y comerciales. Malograda y dispersa en cortijos donde todavía gobiernan señoritos ultramontanos, con un profesorado joven becado hasta la jubilación, sin medios para la investigación pero con los suficientes para dar cobijo a viejos delincuentes de guante blanco y voces de su amo. ¿Qué significado tiene la palabra Universidad? Desde luego, Universidad no puede ser sinónimo de fábrica de parados especializados en donde, si se consigue algo parecido a lo que ahora llaman “excelencia”, es solo a costa del propio sudor y en contra de la misma institución.
Por experiencia sé que en ninguna de estas tres instituciones, salvo muy honrosas excepciones, se acostumbra a pensar, en ninguna se reflexiona sobre la condición humana, sobre la ciudad y su gobierno, sobre el estado de nuestra actividad cultural, sobre la naturaleza que nos rodea… Las tres se dedican a enseñar cosas, no a pensar en las cosas. Las razones de esto no se les escapan a nadie, pero no quiero detener en ello.
Después de este retrato que muchos tildaréis de oscuro y alarmista, habría que preguntarse si se puede hacer algo. ¿Algo? No. Todo está por hacer. Y se debe comenzar a construir sabiendo que no es una tarea de unos años de legislatura; la educación es una labor de todas las personas, de todas las generaciones y de siempre. Por eso me permito en este punto hacer mis propuestas:
Propongo que antes de que los partidos políticos puedan cumplir su promesa de derogar la ley Wert pasadas las elecciones de noviembre, la sociedad española se dé un tiempo de reflexión sosegada para discutir proyectos, -que los hay y buenos-, para consensuarlos y para buscar más que una nueva ley, un gran pacto social por la educación que no pueda perturbar ningún ministro con veleidades de César ni ningún otro con la cobardía de los esclavos. Hagámonos con ese pacto dueños de nuestra enseñanza, -no solo la de nuestros hijos-, de nuestra educación –no solo la de nuestros hijos-, y de nuestra cultura. Arrebatémosla a los partidos políticos que solo la han usado en tiempos preelectorales, y para quienes no es más que un epígrafe lleno de palabras huecas, arrebatémosla también a las mayorías absolutas de cuatro años y a los gobiernos de coalición. Un pacto por la educación que más que imponer límites, señale caminos.
Y mientras ese pacto se hace, una segunda propuesta: hagamos de las Facultades de Educación los mejores centros de nuestra Universidad, seleccionado cuidadosamente a su profesorado y a su alumnado. Y a quienes van a enseñar a nuestros hijos a leer comprendiendo, a escribir con corrección, a odiar, a amar y a pensar, démosles la más alta dignidad y paguémosles el salario más alto que el Estado español se pueda permitir, porque un buen maestro (magister) es más necesario que un político excelente (minister). Este trabaja para el ahora, el primero lo hace para mañana y para siempre.
Germán Jiménez

7 de junio de 2015

Elogio del maestro



“Nací en Sevilla el 5 de noviembre de 1927. Mi padre, militar, fue destinado a La Coruña y, posteriormente al Regimiento de Artillería de Vicálvaro, en las proximidades de Madrid, donde nos instalamos cuando yo tenía seis años de edad. Aquí en Vicálvaro comencé a ir al colegio, y es aquí donde tuve una de las más hermosas experiencias intelectuales, si es que a esa edad puedo ya hablar así. Durante la guerra civil, el colegio instalado en un amplio y alegre caserón del pueblo, con un jardín misterioso, con rincones secretos, invernadero y estanque, constituía nuestra delicia, en las horas de recreo. Para mí, sin embargo, el máximo atractivo de aquella época inolvidable no tenía que ver con el jardín, ni con mis amigos. Se llamaba don Francisco. Era el maestro de nuestra clase. No vivía en el pueblo. Cada día, en el autobús de línea, venía de Madrid y la mayoría de la clase lo esperaba en la parada y ya en su compañía, emprendíamos el camino de la escuela. A pesar de mis pocos años, nunca he olvidado aquella clase luminosa, cuyas ventanas recogían el verde de los árboles del jardín, ni aquel maestro joven que convertía aquellas horas en un juego maravilloso de curiosidad, de enseñanza, de alegría. Aún recuerdo sus famosas “sugerencias de la lectura”. Don Francisco nos leía pasajes del periódico, del Quijote, de algún libro histórico, y nos pedía, a nosotros que en su mayoría no habíamos cumplido los diez años, que escribiésemos libremente lo que esa lección despertaba, evocaba, aludía. He tenido posteriormente buenos maestros, sobre todo en mis años de estudiante en Heidelberg, pero no recuerdo nadie que llegase a despertar en mí, de una forma tan intensa, el convencimiento de que la educación es la clave de la vida humana, y que el aprendizaje y el conocimiento se puede convertir en una apasionante aventura. Entonces no podía ver la transcendencia que un hombre como nuestro don Francisco tenía para la madurez y la “humanización” de aquellos niños que se estaban desarrollando entre el estrépito de los bombardeos. Con el tiempo he comprendido después, en el odio que esos maestros de la República despertaron y en los estúpidos sistemas pedagógicos que, en manos de una larga serie de incompetentes, proliferaron y proliferan en nuestro país, la importancia de no abandonar la educación a esos ideólogos anquilosados que en buena parte la administran”. (Emilio Lledó)


1 de junio de 2015

Mercadillo solidario en la biblioteca


 
El próximo miércoles, día 3 de junio, y el jueves, 4 de junio, se celebrará en la  biblioteca  un mecadillo solidario organizado por el AMPA y la RSJ (RED SOLIDARIA DE JOVENES) con el fin de  recoger fondos  para un centro para la promoción de la mujer en la barriada sevillana  de las 3000 viviendas (talleres de pre-capacitación profesional). El mercadillo estará abierto a toda la comunidad educativa durante la jornada lectiva.