16 de diciembre de 2019

El amor en los tiempos del cólera


El amor en los tiempos de cólera es una novela que narra la historia romántica que sucede entre Fermina Daza y Florentino Ariza, y que se desarrolla en un periodo de tiempo de más de sesenta años.

A lo largo del libro, se realizan diversos saltos temporales que ayudan al lector a seguir la compleja trama, que está plagada de descripciones, en su gran mayoría, minuciosas y fundamentales en el hilo narrativo.

Descubrí este libro por casualidad, cuando, vagando por una aplicación del teléfono, me topé con una frase que decía lo siguiente: “Y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle con el último aliento: —Solo Dios sabe cuánto te quise”.

Tras leer esto, quedé maravillada, y no pude evitar dedicar una parte de mis ahorros en comprar el libro en el que se encontraba esa frase. Unas semanas más tarde después de haberlo leído, puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado en cuanto a inversiones de este tipo se refiere.

En primer lugar, me gustaría destacar el hecho de que la mayor parte de la novela es narración, y que no hay apenas diálogo. Esto me parece muy ingenioso, y a su vez me fascina, pues creo que hay que poseer una gran variedad de vocabulario y dominio de la lengua para no tener que recurrir a las intervenciones entre personajes cuando de contar una historia se trata.
Además, creo que todos y cada uno de los personajes principales tienen una gran historia detrás, aparte de contar con un carácter muy bien formado y mucha consistencia.

Disfruté de la novela en todo momento, pues me mantuvo en vilo y alerta, debido a que la narración está llena de giros argumentativos que no dejan de sorprender.
Yo recomendaría este libro a aquellas personas que les gusten las descripciones y generalmente se interesen por ubicarse mediante ellas en una historia, así como a quienes les gusten las historias de amor, pues si no esta lectura no tendría sentido, y no la disfrutarían tanto como, en mi opinión, lo merece.

Reseña escrita por Alicia Morales Molina,alumna de 4º ESO B

15 de diciembre de 2019

I have a dream


“I Have a Dream” de Martin Luther King, Jr (1929-1968) es uno de los grandes discursos de la historia que el reverendo afroamericano, premio Nobel de la Paz, escribió el siglo pasado. Este texto está incluido en una selección de veinte discursos, cartas y escritos recogidos por su esposa en 1986, dieciocho años después de la cruenta muerte del líder negro y que es parte de un legado de libertad, igualdad y democracia que llega hasta hoy. Este texto situado en el corazón de la selección “I Have a Dream: Writings and Speeches that Changed the World”,Harper Collins, New York,1986 es el decálogo de un movimiento antirracista histórico del que quedan todavía ecos. Cuando en 1963 ante el monumento a Lincoln, uno de los padres de la patria americana y, delante de una de las manifestaciones en defensa de los Derechos Civiles, de la sociedad estadounidense y por ende del mundo entero más recordadas en Washington, con las cámaras de testigo y más de un cuarto de millón de participantes el doctor King pronunciaba su discurso no fue consciente de la transcendencia sincrónica pero, sobre todo, diacrónica de sus palabras. América y el mundo palpitaban al oír su convincente plática por la ética profunda que evocaba y la esperanza que quería devolver a una sociedad azotada por la segregación racial y a un mundo brutalmente desigual. En cinco páginas recogía un siglo de racismo negro no superado, cuestionaba una constitución ya centenaria en aquel entonces que no se cumplía del todo por razón de la raza de algunos ciudadanos y daba un últimatum poético para que aquella Carta Magna americana se cumpliese también para la comunidad negra.
“It would be fatal for the nation to overlook the urgency of the momento. This sweltering summer of the Negro’s legitimate discontent will not pass until there is an invigorating autumn of freedom and equality”
Su tono profético, propio de un pastor religioso, advierte de las consecuencias de que no se atienda a la petición de abolir la segregación racial.
“There will be neither rest nor tranquility in America until the Negro is granted his citizenship rights. The whirlwinds of revolt will continue to shake the foundations of our nation until the bright day of justice emerges”.
Tal texto llega a fragmentos de la belleza y utopía para entonces e incluso para hoy de éste:
“ I have a dream that one day, down in Alabama, with its vicious racists, with its governor having his lips dripping with the words of interposition and nullification, that one day, right there in Alabama, little black boys and black girls will be able to join hands with little White boys and White girls as sisters and brothers. I have a dream today!
No es fácil elegir entre tan gran selección otros textos de relieve, pero me detengo en su estupenda propuesta de la no-violencia social en el escrito “The Social Organization of Non-Violence”, dentro de la tradición pacifista de muchos movimientos en diferentes regiones del mundo en el siglo XX con referentes tan importantes como Gandhi en la India, Martin Luther King hace una brillante introducción a tres visiones de violencia. “Three Views of Violence” que serían extrapolables a tantos conflictos del mundo de hoy también.
“One is the approach of pure nonviolence, which cannot readily or easily attract large masses, for it requires extraordinary discipline and courage…To this tendency many Negroes are being tempted today. There are incalculable perils in this approach…”

La profundidad en el análisis, el compromiso moral y ético en las aportaciones y la rabiosa actualidad de entonces y ahora de los escritos hacen que mi libro elegido sea necesario conocer y no perder de vista, como memoria de un líder político de grandes valores humanos, que dio su vida por una causa justa. En un mundo sometido al pragmatismo a cualquier precio, donde los derechos humanos son tan fácilmente violables, necesitamos referentes de la autoridad ética del Dr. King que den un carácter histórico e interpelante a nuestras lecturas.
Juanma Glez. Canales, profesor de Inglés y miembro del equipo colaborador de Lectura y Biblioteca.




9 de diciembre de 2019

El olvido que seremos


El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince.

“Y si mis recuerdos entran en armonía con algunos de ustedes…”, dice Héctor Abad casi al final de este libro. Y es que El olvido que seremos solo adquiere su auténtico valor si somos capaces de conectar emocionalmente con las vivencias que la obra recrea. No resulta difícil porque es una creación valiente, cruda y tierna a la vez, conmovedora, que suscita todo tipo de sentimientos menos la indiferencia.
Héctor Abad reconstruye en la novela la figura de su padre y su relación con él hasta el momento de su asesinato en Medellín, en plena fiebre asesina y violenta de la Colombia de los 80. Este es el hilo conductor de la obra que es la respuesta a una necesidad que el propio autor confiesa: “Es posible que todo esto no sirva de nada; ninguna palabra podrá resucitarlo, la historia de su vida y su muerte no le dará nuevo aliento a sus huesos, no va a recuperar sus carcajadas, ni su inmenso valor, ni el habla convincente y vigorosa, pero de todas formas yo necesito contarla “. Sin embargo, la obra es mucho mas y trasciende lo personal para acercarnos el testimonio de una época, un país y un conflicto que en algunos momentos adquiere los tintes de una auténtica tragedia griega, aunque no haya oráculos ni dioses y sí humanos ruines y crueles.
Ante nuestros ojos vemos pasar la vida de una familia, con su hermosura y sus dolores, con sus momentos de humor y sus desgarros. Y también nos hace el autor una crónica “amena” de la historia de un pueblo. Sin llegar a analizar profundamente las causas del conflicto (porque tampoco le interesa) el testimonio directo de quien lo vive nos acerca esa realidad de una manera  palpitante. Además, la obra va más allá de la imagen cruenta que tenemos asociada a la historia cercana de Colombia, porque el autor nos hace llegar también la cotidianidad de una nación, sus costumbres y fiestas, la realidad educativa y académica, la política (ay), la religión siempre presente en la vida de este país, con un reflejo crítico que nos suena a veces a Galdós y otras a Baroja. Desde la propaganda católica llegada desde el imperio franquista que enarbolaba a la Virgen de Fátima como bandera a la Teología de la Liberación tienen cabida en la prosa pulida de Abad. La historia familiar y la social se trenzan continuamente sin que podamos fácilmente separarlas.
Es innegable, no obstante, que el protagonista es la figura del padre y la relación casi “maternal” entre padre e hijo. Hay otros personajes portentosos, como la madre, Marta, algunos amigos de la familia… Pero el padre se erige siempre como el motor de la escritura del hijo, sin que este caiga además, además, en la tentación de hacer  una mitificación del personaje que lo haría directamente irreal.
“Yo amaba a mi papá con un amor animal” nos dice el autor protagonista nada más empezar. Y una  envidia esa relación y empieza a identificarse (o no) con los sentimientos que inundan las páginas de la novela. Aunque no compartamos el final dramático de la historia, todos tenemos, a cierta edad, enfermedades, pérdidas, amores, relaciones familiares, historias ocultas, lugares que  quedan misteriosamente reflejados en las vidas que se pasean por estas páginas.
La novela nos muestra la figura de un hombre real, firme defensor de causas sociales y derechos humanos, que paga con su vida el precio de su integridad. Su imagen nos llega, además, no solo por la descripción del hijo que lo revive, sino por sus propios textos recogidos en la obra: algunos, íntimos, como las cartas al hijo; otros, públicos, como los artículos escritos por el padre. Los textos finales de Manrique, Borges y Machado  son las otras teselas que componen un mosaico metaliterario de una enorme belleza. En todos los casos, una escritura llena de emoción y verdad consigue sin aspavientos lo único posible, conmovernos.
¿A quién recomendar este libro? No soy capaz de poner un tramo de edad. La novela necesita a un lector o lectora sensible, a quien no le importe a veces tener que demorarse en los pasajes más documentales, que sea capaz en algunos momentos de cerrarlo, pensar y volverlo a abrir. A un lector o lectora a quien no le dé vergüenza llorar con las palabras y que crea en la fuerza de estas. Porque como dice Abad hijo “… de mi papá aprendí algo que los asesinos no saben hacer: a poner en palabras la verdad, para que esta dure más que su mentira”






Reseña elaborada por Leonor Osuna Izquierdo, coordinadora del Plan de Lectura y Biblioteca


4 de diciembre de 2019

Cuando nadie mira



CUANDO NADIE MIRA

Este fascinante libro es de Alejandra G. Remón, una escritora curiosa, desordenada y muy contradictoria, como todo el mundo, que vuelca sus sentimientos en un cuaderno (Cuando nadie mira).En este libro aparecen textos de poesía moderna que nos hacen viajar a su mente, pensamientos y sensaciones, y nos abren una puerta a la libertad.
Aquí se habla del amor, desamor, del sentido de la vida y además, incluye fotografías de la autora que nos hace que nos adentremos más aún en sus pensamientos.  Se trata de un libro de pensamientos escritos después de pasar por muchas experiencias de la vida y de experimentar diferentes emociones.
Aunque es un libro personal, es fácil identificarnos con él porque, a través de sus textos, nosotros lo asignamos a un momento o una experiencia de nuestra propia vida.

Leer este libro significa buscar en el propio universo las experiencias vividas, sin dejarlas como algo atrás del pasado, dándole un sentido más bello a la vida.

Recomiendo muchísimo esta lectura a todo tipo de personas, porque creo que a todos nos gusta leer textos bonitos que nos conmueven y nos hacen sentirnos identificados con ellos. Además es una manera de indagar en uno mismo, descubrirnos un poquito más y evadirnos del resto para centrarnos en nosotros.
Reseña elaborada por Aroa López García, alumna de 2º de Bachillerato de Arte

1 de diciembre de 2019

Los Testamentos


Los Testamentos 
Margaret Atwood (Ottawa, 1939) es una de las escritoras canadienses de mayor renombre internacional; es una prolífica poetisa, novelista, crítica literaria, profesora y activista política canadiense.
 Eterna nominada al premio Nobel pero “misteriosamente”,  a pesar de escribir obras maestras con unas estructuras narrativas insuperables, nunca concedido; quizá a los académicos les importunen las denuncias incómodas para el sistema político y social que esta escritora hace en sus obras.
Aunque actualmente se ha hecho popular por la aclamada serie El cuento de la criada, lo cierto es que tiene en su haber obras de una gran calidad literaria como Alias Grace, Resurgir, El asesino ciego, Ojo de gato, Por último, el corazón y la recién publicada Los Testamentos.
La novela El cuento de la criada (1985) nos describe un mundo distópico en el que todos los derechos conseguidos a lo largo de los siglos han sido abolidos por un sistema dictatorial disfrazado de teocratismo. Aunque parece que estamos hablando del pasado, lo cierto es que es una novela futurista donde se nos muestra una mirada terrible  y lúcida que denuncia la barbarie que pueden llegar a alcanzar los puritanismos extremos de toda índole y las ansias de dominio sobre los seres humanos, en especial sobre las mujeres, privados del ejercicio del derecho a la libertad. Gilead es el nombre del nuevo estado que describe Margaret Atwood y nos relata las vivencias de una mujer aprisionada en una nueva sociedad que ella no ha elegido, una sociedad que la ha convertido en una esclava sexual a través del maltrato y la política del miedo. Un estado futurista disfrazado por la crítica de distopía, pero lo cierto es que la autora se ha servido para crear ese mundo, de culturas que han existido en el pasado y también en la actualidad.
El cuento de la criada termina en el clímax de la narración, dejando al lector en un estado de ansiedad y de incertidumbre; correspondiendo para los que sólo hayan visto la serie con el final de la primera temporada. Hemos tenido que esperar 34 años para que la autora nos desvele qué ha pasado con Judd cuando fue conducida a un camión escoltada por los “ángeles”.

La autora sitúa la acción quince años después de los acontecimientos narrados en El cuento de la criada. El libro en nada se asemeja en las continuaciones de la serie. Narra la vida de tres mujeres:
-          Tía Lydia: La mano de hierro del régimen que golpea y mutila sin piedad a las mujeres obligadas a ser criadas. Pero qué le ocurrió a esta mujer  para llegar a ser el brazo ejecutor de los Comandantes cuando antes de existir Gilead era una reputada jueza que defendía a las mujeres tanto en los divorcios como en problemas de violencia de género.
-          Una joven, hija de un Comandante que se cría en Gilead y constituye la primera generación que no ha vivido en otro sistema que el actual y que por supuesto nació del vientre de una criada.
-          Otra joven que vive en Estados Unidos y crece en libertad pero ve por televisión un régimen vecino que la hace sorprenderse y rechazarlo con todas sus fuerzas.
Son tres mujeres, tres narradoras, completamente diferentes que entrelazarán sus vidas con un fin común. ¿Será el de acabar con la República de Gilead?  ¿Podrá la fuerza de solo una mujer y dos jóvenes derrocar un sistema machista, antidemocrático y violento? O por el contrario, ¿serán seducidas por las teorías puritanas y sectarias del sistema? ¿Conocerán los lectores cuál fue el destino de Judd en esta novela? Solo con la lectura de esta nueva obra maestra de la autora podrán dar respuesta a estas preguntas y os aseguro que nada tiene que ver con el desarrollo que está tomando la historia con las temporadas de la serie. 
La obra no es de difícil lectura y realmente no hace falta haber leído el primero para comprender el segundo (aunque es recomendable). Pero sí hay que ser un lector o lectora interesados en tramas que vayan más allá de lo puramente anecdótico; que busquen una literatura que les haga sentir el vértigo del pasado y del posible futuro. O incluso del amenazador presente.


Raúl Murillo García, profesor de Lengua y Literatura y miembro del equipo de Lectura y Biblioteca