7 de enero de 2020

Lo que te diré cuando te vuelva a ver


Lo que te diré cuando te vuelva a ver es una novela que narra la historia de la relación que mantiene Izan, un hombre de mediana edad que padece sordera, con su padre, que se dedicaba a “buscar niños perdidos” antes de alcanzar la vejez.
Este relato comienza con Izan, entrado en la madurez, metido en una bañera y planteándose realizar un asesinato a raíz de la muerte de su ya difunto padre.
A partir de esto, el argumento comienza a desarrollarse mediante saltos temporales, gracias  a los cuales el lector tiene el conocimiento de lo sucedido en la vida del protagonista y de cómo le afectó esto en el vínculo que mantenía con su padre, centrándose en sus últimos días, ya que, cuando apenas una semana le separa de la muerte, recibe el que será su último caso: una chica de trece años le pide ayuda para huir de su situación en casa, y debido a su estado de salud, no puede hacerlo sin su hijo.
Por otra parte, la historia del autor de este libro, Albert Espinosa, me parece inspiradora y sobrecogedora, pues desde una edad muy temprana, se vio obligado a permanecer en el hospital tras serle detectados distintos tumores. Ante esto, él no se desmotivó, sino que aprovechó al máximo el tiempo con sus compañeros de habitación y sus seres queridos.
A día de hoy, ha escrito numerosas novelas, así como el guión de aclamadas series, entre las que destaca “Pulseras Rojas”.
En mi opinión, esta es la mejor obra del autor, pues consigue adentrarse en ti y hacerte ver la vida desde los ojos de todos los personajes principales, mientras que, a su vez e involuntariamente, reflexionas sobre las cosas que, poco a poco, suceden a lo largo de la vida.
Yo recomendaría este libro a aquellas personas a las que les guste adentrarse en el corazón, el alma y la mente de  los personajes, para poder dar así consigo mismas. Personalmente, considero que esto sería un reto para quienes consideran que leer sobre sentimientos es inútil, pues, muy probablemente, no vayan a disfrutar si deciden adentrarse en ella, aunque confío en que, debido a su brevedad, se atrevieran a hacerlo.
Para finalizar, me gustaría compartir uno de mis  fragmentos favoritos del libro:
“También recuerdo que él siempre me tiraba agua fría cuando me estaba duchando y él afeitándose. Cogía un vaso, lo llenaba de agua fría y lo lanzaba por encima de la cortina. No sé por qué lo hacía, pero cuando yo gritaba del susto por el cambio de temperatura, él gritaba y cantaba esa canción.
Ahora que estoy en la bañera escribiendo estas líneas, soy consciente de que nadie más volverá a lanzarme agua fría.”


Reseña escrita por Alicia Morales Molina,alumna de 4º ESO B

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