16 de septiembre de 2013

Perdón imposible, que cumpla su condena: la importancia de los signos de puntuación.

Muy a menudo, cuando nos olvidamos de lo importante que es y descuidamos nuestra escritura, la primera en salir perjudicada es la puntuación. ¡Qué complicado es entender un texto mal puntuado, y qué trabajoso leerlo!
Amén de las indicaciones de la Real Academia Española al respecto, es muy útil el libro de José Antonio Millán, Perdón, imposible. Guía para una puntuación más rica y consciente (RBA Libros, 2005). En el prólogo al práctico manual, Millán recuerda una anécdota que ha proliferado en los ambientes escolares de boca en boca con el fin de demostrar lo importante que es puntuar bien. Merece la pena reproducirla.
Atribuida a Carlos V, aunque a veces figura referida a otros reyes, la anécdota cuenta que al emperador se le dio para ser firmada una sentencia que decía lo siguiente:
Perdón imposible, que cumpla su condena.
Sin embargo, al monarca le pudo su bondad y antes de devolver la sentencia firmada, cambió la coma de lugar, dejando la frase así:
Perdón, imposible que cumpla su condena. Leer más.

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